17 Ago

10) Relatos imprevistos

      

Espectáculo musical para niños, jóvenes y familias

. Se cuentan historias musicales a partir de las cartas del tarot.
. Formación 6: Grupo de metales, narrador y tarot gigante
. Texto y Música de Fernando Palacios
. Grupo: Spanish Brass Luur Metals
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Dos fuerzas se unen en este nuevo proyecto: la del extraordinario e inquieto grupo Spanish Brass Luur Metalls y la del compositor y difusor musical Fernando Palacios. Relatos Imprevistos parte de una quimera siempre presente en la obra de sus creadores: intentar hacer disfrutar de la música a todo tipo de públicos, sin por ello abandonar los principios generales de las cuatro “erres”: razón, respeto, rigor y riesgo.

En esta obra narrativo-musical proponen diversas maneras de contar historias, a través de las combinaciones de 33 micropiezas, y el apoyo de las cartas del Tarot: Presentación de los Arcanos Mayores, Historia de amor y muerte, una versión esquemática de algunas famosas y trágicas historias de enamorados contrariados; Relato imprevisto con final feliz, realizada a base de retazos de famosas historias populares; Historia del ingrato castigado, inspirada en una narración del gran escritor Italo Calvino; y Relato imprevisto, pieza musical producto del ensamblaje de las micropiezas ordenadas al azar por el público.

Orden y azar, acontecimiento y memoria, son formas de juego tanto para los profesionales que intervienen en la creación e interpretación de esta obra insólita, como para los oyentes que se plantan delante de ella.

17 Ago

9) Tuve tuba por un tubo

Cuento musical para niños y familias

. Espectáculo para lucimiento de los instrumentos de metal
. Formación 8: Grupo de trombones, tubas, batería y narrador
. Música, texto, puesta en escena: Fernando Palacios
. Intérpretes: The Sir Aligator’s Company (4 trb, 2 tb y batería)
http://es.wikipedia.org/wiki/Tuve_tuba_por_un_tubo

Es un concierto semi-representado donde los músicos y el presentador salen y entran en escena, se mezclan con el público, gesticulan y se mueven en coreografías muy simples. La música utiliza procedimientos compositivos que van desde el puro y simple efecto sonoro, hasta aleatoriedad, contrapuntos tonales y atonales, polirritmias variadas, solos virtuosísticos, improvisaciones, cánones y piezas de estructuras simples y complejas.

Una voz en off anuncia el concierto, sin embargo no salen los músicos. Unos espontáneos de entre el público van saliendo a escena de uno en uno hasta formar un quinteto de metales y percusión. Los trombonistas se rebelan contra el batería y el presentador, que son echados violentamente del escenario.

Llega la noche, se encienden linternas para hacer cielos estrellados, se escuchan sonidos lejanos de trombones, se viven los sueños de quienes se han dormido en el concierto. Uno de los sueños es una pesadilla, otro es el sueño de Miguel. Los solos de tuba hipnotizan al narrador, al público y al resto de los músicos que acuden a escena.

Todos los músicos en la escena interpretan la pieza musical que da título a la obra, basada en el canon a 5/8 “Tuve tuba por un tubo”. Hay participación del público, solos de todos, poemas rítmicos, propinas, etc.

11 Ago

37 Instrumentos raros y más raros

Programa radiofónico  nº 37 de “Sonido y Oído”, realizado por Fernando Palacios para Radio Clásica de RNE en el año 1991.

PODCAST disponible aquí

El mundo instrumental es más amplio de lo que nos parece. Aparte de los tradicionales y los clásicos, hay otros que, por su originalidad y rareza, deben ir en otro capítulo. Algunos son prototipos de difícil localización, otros están a nuestro alcance y no nos damos cuenta.

Haz clic para acceder a 37-Instrumentos-raros-y-mas.pdf

♫ A principios de nuestro siglo se formaron unas originales orquestas burlescas que tocaban cosas así de graciosas ♫. Junto a las tubas, trompetas, saxofones y demás instrumentos conocidos, intervenían silbatos, tambores, metalófonos y un montón de aparatillos que hacían sonidos diferentes a los normales de la orquesta ♫. En esta pieza titulada El camino, podemos oír como imitan a un trenecillo que va pasando por distintos lugares. El resultado es parecido al de las viñetas de los tebeos ♫.

Los sonidos extraños que oímos no se pueden obtener con los instrumentos tradicionales tocados como siempre. Para sonidos nuevos, hay que inventar nuevos instrumentos, o bien tocar los conocidos de otra manera ♫.

En el programa de hoy nos vamos a ocupar de los instrumentos musicales que no son habituales. Unas veces porque tienen formas curiosas, otras porque se tocan de maneras insólitas y otras porque emiten sonidos extravagantes. El caso es que hoy acuden a nuestro espacio INSTRUMENTOS RAROS Y MÁS RAROS ♫.

Decimos que una cosa es rara cuando nos parece diferente de lo normal. Cuando indicamos que un edificio, una persona o una película son raros es porque se salen de lo corriente; son diferentes de lo que esperamos. También decimos que algo es raro cuando no lo entendemos bien o no lo conocemos. Pues con los instrumentos pasa lo mismo: para nosotros son raros los que no se parecen en la forma o en su sonido a los que conocemos. Yo recuerdo que la primera vez que vi una orquesta sinfónica me parecieron muy raros los fagotes, yo no los había visto nunca; y sin embargo son unos instrumentos muy antiguos e importantes, pero para mí eran extraños ♫.

Ahora los fagotes ya no me parecen nada raro, porque los he oído muchas veces ♫.  Lo mismo me ocurrió la primera vez que oí una orquesta de bidones del Caribe. Conocía los bidones, claro, por el petróleo y tal, pero no usados como instrumento musical ♫. Ahora que ya he escuchado muchas veces música tocada con bidones, me parece lo más natural del mundo ♫.

En programas anteriores hemos tenido instrumentos que seguro que os han sorprendido mucho, como el tubo armónico de Yugoslavia, la cora de Senegal, las flautas de nariz, la valiha de Madagascar, las turutas esas gigantes de Suiza y de Nepal, las flautas de encantar serpientes de Afganistán, las campanas del Tibet, la txalaparta del País Vasco, los reclamos, las macetas y sartenes… Ahora bien, una vez oídos ya no resultan tan extraños. Con los instrumentos de hoy va a pasar lo mismo, ya veréis ♫.

Estos son los Mills Brothers, un grupo formado por cuatro voces y una sola guitarra. No, no hay ni contrabajo, ni trompetas, son voces que imitan instrumentos ♫.

No, no es una trompa la que interpreta este concierto de Leopold Mozart con orquesta, es una manguera de goma. En un jardín una manguera no es nada raro, pero tocando con una orquesta sí lo es ♫.

♫ Lo que oís es un piano, pero está tocado de una manera distinta a la tradicional. En este caso se arañan, pulsan, golpean y rozan las cuerdas ♫.

♫ Esto también es un piano. La diferencia con el anterior es que éste sí se toca de manera normal, o sea, por medio del teclado. Lo que pasa es que se le han colocado tornillos, fieltros, corchos, cartones y demás utensilios entre las cuerdas; por eso suena así ♫.

♫ Esta guitarra también está preparada: lleva dos lapiceros levantando las cuerdas; así el diapasón queda dividido en tres partes ♫.

♫ La melodía que suena también está interpretada por una guitarra. No lo parece ¿verdad?. Claro que es una guitarra sintetizada, o sea, un sintetizador que se manipula por medio de las cuerdas de una guitarra ♫.

♫ Los países nórdicos de Europa tienen unos instrumentos de cuerda con arco muy curiosos. En Noruega está el violín hardanger, que tiene cuerdas de resonancia que le dan este sonido característico ♫.

♫ Una vez paseando encontré en la calle a un grupo de músicos suecos que tocaban estos  instrumentos de cuerda. Son como violines pero más grandes y llevan un teclado en la mano izquierda, parecido al de las zanfonas, con el que se pisan las cuerdas ♫.

De Suecia bajamos a Rumanía. Aquí nos encontramos este tipo de violín al que le han quitado la caja de resonancia y la han sustituido por un altavoz parecido al de los gramófonos antiguos. ¿Os acordáis cómo son? Pues así suena ♫. Su sonido es más nasal que el de los violines normales, pero también es más gracioso ♫. Sin movernos de Rumanía hallamos esta preciosa ocarina .

En Bulgaria tienen esta flauta de dos agujeros que siempre toca una sola persona ♫.

En Cerdeña encontramos el launeddas o las launeddas; un solo intérprete puede hacer todo esto simplemente soplando una triple caña, ni más ni menos ♫.

♫ Bajemos a África. En Tanzania tocan una sorprendente trompa hecha de cuerno y además se acompañan con un ritmo hecho con no se sabe qué cosa ♫.

♫ Los habitantes de Centroáfrica vacían los troncos de los árboles y confeccionan con ellos turutas que arman un escándalo considerable ♫.

Cuanto más desconocido es un país para nosotros, más rara nos suena su música. Por ejemplo Yemen, país de la península Arábiga, del sur, tiene entre otras muchas cosas esta lira llamada tambura . También tienen estas flautas denominadas gasabas . Y este canto con acompañamiento de un rarísimo tambor ♫.

Hablando de canto, en Mongolia saben hacer estas cosas con la voz . A veces la voz es un raro instrumento. ¿No es verdad? ♫ En este mismo país, Mongolia, hay un instrumento precioso de arco, tan grande como un violonchelo, que se llama viola de caballo. Posee dos cuerdas hechas, naturalmente, con crines de caballo ♫.

Así podríamos seguir recorriendo el mundo, descubriendo instrumentos raros y más raros. Pero nos vamos a detener en otro tipo de rareza: la de los instrumentos sencillos fabricados con materiales caseros.

A un tubo de cartón le añadimos unas cuerdas tirantes y poco más y ya tenemos un magnífico instrumento de cuerda golpeada. Esto es un trío de estos tubos con cuerda .

Unas cucharillas de plástico sujetas a una caja resultan ser lengüetas sonoras, un instrumento muy parecido a la sanza o kalimba africana . Si en vez de objetos de plástico le ponemos palitos de polo, suena así ♫. Y con pequeñas cañas de bambú… así ♫.

Sigamos: con un bote, un palo y una cuerda podemos construir un laúd rudimentario ♫.

Si además hacemos un arco con una percha y unas cuerdas, el mismo instrumento pasa a ser un primitivo violín ♫.

Si el bote es grande y las cuerdas son metálicas, es fácil hacer un arpa ♫.

Colgando palos, cacharros, campanillas, tubos, bidones, cañas, cuerdas, muelles, platos y todo lo que se os ocurra… podéis hacer o construir una hermosa escultura sonora. En ésta que oís están tocando veinte personas ♫.

Las trompetillas de plástico de las ferias unidas a grandes globos, nos ofrecen sonidos continuos, penetrantes y uniformes ♫.

Las boquillas de estas mismas trompetillas pueden estar incrustadas en un tubo de plástico, así se convierten en otro instrumento: el güisnicio .

Trompetillas, güisnicios y demás cachivaches trompetilleros, forman esta especie de Big-band de singular sonido ♫.

Unos grandes maestros en esto de construir instrumentos graciosos y raros son Les Luthiers  . En este quinteto de viento llamado El ventilador, intervienen un tubófono parafínicocromático, un gonhorn, un yerbatófono d’amore, un cazúdacasa, y un bestpipe a bara ♫. Además de música clásica, el grupo Les Luthiers también tocan jazz tradicional con sus instrumentos inventados ♫.

Durante el siglo pasado, antes de la aparición de tocadiscos y aparatos de radio, se construyeron infinidad de instrumentos mecánicos que funcionaban por medio de manivela o dándoles cuerda ♫. Esta es la caja de música Sinfonión ♫. Esta cajita se llama Serinete . Este es un órgano de salón . Y este un órgano tipo jazzbandófono . Y termina este breve muestrario con un orquestrión .

Y por último, os voy a mostrar el sonido de estos instrumentos llamados stealcellos, o sea violoncelos de acero ♫. Son planchas metálicas y tubos que forman unos nuevos instrumentos inventados por el americano Robert Rutmann ♫.

¿Cuántos instrumentos raros y más raros conoces tú? ¿Puedes grabarlos en una casete y añadirlos a este muestrario? Si lo haces, te irás dando cuenta de que el surtido de instrumentos curiosos no acaba nunca. El próximo programa estará dedicado a un cuento íntimamente ligado a la música. Os contaré  LA HISTORIA DE MI BAÚL ♫.

Carlos Arévalo estuvo atento a todos los asuntos técnicos y artísticos del programa. Nos oímos. Adiós y adiós

© Fernando Palacios

11 Ago

30 Golpear, raspar, arañar

Programa radiofónico  nº 30 de “Sonido y Oído”, realizado por Fernando Palacios para Radio Clásica de RNE en el año 1991/92.

PODCAST disponible aquí

Golpear, raspar, arañar, frotar, chocar, sacudir, aporrear, percutir, rozar, estrujar, friccionar, restregar… Todo esto es lo que se hace con los instrumentos de percusión. Un recorrido por el planeta en busca de tambores, maracas y rascadores.

Haz clic para acceder a 30-Golpear-raspar-aranar.OK_.pdf

♫ Así suenan los cencerros colgados a los cuellos de las vacas en Suiza ♫.

♫ Lo que viene ahora es el tema del 3º mov. de la 1º Sinfonía de Mahler, tocado con timbales y tambores afinados  ♫

Recibimos la música de una Danza de Birmania, interpretada por gongs, platillos y tambores 

Estas son pequeñas castañuelas que se tocan en el País Vasco

♫ Este músico está improvisando sobre un vibráfono, que es un instrumento de láminas metálicas afinadas.

♫ Del vibráfono a esta música africana hecha con sanzas, unos pequeñitos instrumentos hechos con lengüetas sujetas a unas cajas de madera.

♫ Todos estos instrumentos tan diferentes que hemos escuchado: los cencerros, timbales, tambores, gongs, platillos, castañuelas, vibráfonos y sansas, pertenecen a una familia de instrumentos musicales enormemente extensa y vistosa. Es: LA FAMILIA DE LA PERCUSIÓN  ♫.

Aparentemente los instrumentos que hemos oído no tienen mucho que ver entre sí. ¿En qué se parece un tambor a un cencerro, por ejemplo? ¿O un gran gong de esos de un par de metros a unas pequeñas castañuelas que se meten entre las manos y casi no se ven?. En principio no se parecen en nada, pero sí hay algo que unifica a esta variopinta familia, y es que todos los instrumentos suenan cuando son golpeados, frotados, raspados o sacudidos  ♫.

Llamamos PERCUSIÓN a todo el conjunto de instrumentos musicales que no pertenecen ni a la cuerda ni al viento. Así de fácil  ♫.

Hoy en nuestro programa vamos a estar rodeados de este tipo de instrumentos, por eso lo he titulado GOLPEAR, RASPAR, ARAÑAR, FROTAR, CHOCAR, SACUDIR, APORREAR, PERCUTIR, ROZAR, ESTRUJAR, FRICCIONAR…

El pájaro carpintero perfora la madera de los árboles con su pico percutiendo como si fuera un tambor  ♫.  Las cigüeñas hacen un curioso chasquido golpeando las partes superior e inferior de su pico ♫. Podríamos decir que tanto las cigüeñas como los pájaros carpintero son unos estupendos instrumentistas de percusión, pues hacen con sus picos ruidos parecidos a los que hacemos las personas con nuestro cuerpo o con nuestros instrumentos  ♫.

Si hacéis un esfuerzo de memoria, recordaréis que la percusión hecha con dedos, manos, pies, tacones y el resto de cuerpo apareció en nuestro programa nº 6: QUERAMOS O NO QUERAMOS, SIEMPRE SONAMOS.

Las músicas hechas a base de golpear y rozar botellas, vasos, tubos, menaje de cocina, tablas de lavar, bidones, palos, palitos y máquinas de escribir estuvieron presentes en nuestro programa nº 19: MÚSICA CON CUALQUIER COSA.

El piano es un instrumento de percusión; de él dimos cuenta en el programa nº 23: UNA CURIOSA HISTORIA: EL PIANO. 

Ha habido muchas clasificaciones distintas de todos los instrumentos de percusión. Hoy día la más normal es la que los divide en dos grandes grupos:

* MEMBRANÓFONOS, que son los instrumentos que tienen una o dos membranas muy tensadas que cuando se golpean o frotan, suenan. Es el caso de los tambores, panderos y zambombas .

* IDIÓFONOS, los instrumentos construidos con un material sonoro que vibra cuando se toca, ya sean de madera o de metal. Por ejemplo, las campanas, los platillos, los xilófonos y las maracas son idiófonos  ♫.

* Vamos ya con los MEMBRANÓFONOS, o sea, los instrumentos de membrana. Si tenemos un tubo, una vasija o cualquier cosa hueca y le ponemos una piel bien tirante que cubra el agujero, ya tenemos un tambor  ♫.

Hay tambores de todas las formas, colores y tamaños imaginables. Uno de los más grandes es el daiko japonés, que tiene forma de tonel de varios metros y se coloca sobre una torre golpeándose con dos grandes mazas  ♫.

Y uno de los más pequeños es el tamboril que acompaña al flaviol en las coblas catalanas. Es del tamaño de un puño y suena así:  ♫

Sólo de tambores podríamos hacer montones de programas de radio, porque por  todos los rincones del planeta hay tambores. Sin ir más lejos, compré en un mercadillo de León este tamborcillo de juguete  . Es sencillísimo: unos aros de madera cogidos con grapas, una piel de conejo por arriba y por abajo, y dos baquetas, o sea, dos palillos para golpear: un tamborcillo barato que da gloria oírlo ♫.

Pero no todos los tambores son así de sencillos, ¡qué va!. En Burundi, un país de África, construyen estos otros  ♫. Hacen unos huecos profundos a los troncos de los árboles y los cubren con una curtida y gruesa piel que sujetan con unos palos que están hincados al madero. Una vez construidos y pintados de vivos colores, se los colocan sobre sus cabezas y los golpean con dos fuertes palos mientras danzan.  Su sonido es impresionante  ♫.

♫ Esto que oímos ahora es una conga, el instrumento fundamental de todo el Caribe. No se toca con baquetas, sino con las manos  ♫.

♫ Los timbales, sin embargo, se tocan con dos palillos que tienen una bola de fieltro en su extremo ♫. Son instrumentos que se pueden afinar perfectamente y tienen gran importancia en la música sinfónica. Escúchalos en este momento de la Sinfonía Inextinguible del compositor Nielsen ♫. Los timbales casi se apoderan de toda la orquesta  ♫.

En la Sinfonía nº 5 del mismo compositor, hay un solo de caja, que es el tambor más conocido por todos nosotros, pues lo llevan las bandas, los desfiles y, naturalmente, las orquestas  ♫.

Además de los tambores, timbales, cajas, bongos y bombos, que conocéis perfectamente, están los panderos, dentro del grupo de los membranófonos. Los panderos se componen de un aro, una membrana y ¡ya está!. Claro que con esto pasa como con todo: puede haber panderos buenos y malos, bonitos y feos, sencillos y complicados. Seguramente el más hermoso y perfeccionado sea el irlandés. Se llama bodram y suena así  ♫. Se toca con una pequeña baqueta que golpea con los dos extremos, y con la otra mano tensa y destensa la membrana de piel, haciendo subir y bajar el sonido  ♫.

De los membranófonos pasamos al segundo grupo de percusión, los idiófonos, o sea, los demás. Por ejemplo, estos son instrumentos de metal percutidos con baquetas  ♫. Y esto que oímos, una orquesta de campanas de la China. También son instrumentos de metal e idiófonos  ♫. Este por el contrario es un instrumento láminas de madera de Thailandia, el ronad-ek  ♫ Y esto una marimba  ♫.

Hay instrumentos que no se golpean, sino que se raspan: son los rascadores. Siempre que haya una superficie rugosa podremos rascarla con un palito. Por ejemplo, aquí tengo un rodillo de amasar que tiene su superficie estriada; le paso por encima esta caña y suena así ♫. Naturalmente me viene de perlas para hacer ritmo ♫. Así suena un raspador en una auténtica cumbia ♫. Lo mismo ocurre frotando dos pequeñas conchas marinas ♫. El cambio de sonoridad  lo hago con las manos, dejando la resonancia más o menos hueca  ♫. Y esto son dos piñas piñoneras  .

También hay instrumentos de percusión que se sacuden, como las maracas. Los iberoamericanos son grandes maestros; fíjate como suenan en este pasaje venezolano  ♫.

Otros instrumentos de percusión del grupo de los idiófonos son los entrechocados, como los platillos, las castañuelas, las cucharillas o la caña rajada, que suena así  ♫.

También están los punteados, o sea, aquellos instrumentos que se componen de lengüetas que vibran cuando se pulsan con los dedos, como el arpa de boca, que también se llama guimbarda. Incluso hay conciertos para guimbarda y orquesta, como éste que estamos escuchando, que es de Albrechtberger  .

En fin, es un mundo apasionante éste de la percusión, por eso antes de despedirme os voy a dejar con la incógnita de varias preguntas muy sencillas, para que investiguéis la solución:

– La 1ª es ésta: ¿Qué instrumento es este que suena?  ♫

– ¿Qué instrumentos de percusión suenan aquí?  ♫

– ¿De qué país puede ser esta música?  ♫

– En el cuento musical PEDRO Y EL LOBO ¿qué instrumento imita los disparos de los cazadores?  ♫         

– Además de una voz hay otro instrumento ¿Qué es eso?  ♫

– ¿Es posible que esto sea simplemente un tubo de cartón con un globo en un extremo al que estoy pellizcando?  ♫

Se acabó. El próximo día tendremos un programa dedicado a los SONIDOS EN LIBERTAD. No os lo perdáis. Carlos Arévalo y yo os esperamos y ya os decimos adiós y adiós porque sino seguiríamos con los güiros, calimbas, cabaças, palos de agua, reco-recos, sonajeros, cascabeles, flexatrones, sistros, balafones, metalófonos, carracas, triángulos, carrillones…

© Fernando Palacios

11 Ago

23 Una curiosa historia. El piano

Programa radiofónico  nº 23 de “Sonido y Oído”, realizado por Fernando Palacios para Radio Clásica de RNE en el año 1991/92. 

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El piano es uno de los instrumentos más curiosos que hay: es el más conocido, el que más se estudia en los conservatorios, el que más teclas tiene, el más pesado y el que sirve para tocar músicas más distintas. Además, el piano es el instrumento con la historia más fascinante.

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De todos los instrumentos, el piano es el mejor comediante”, esto lo decía un gran pianista que se llamaba Busoni

Otro pianista, Anton Rubinstein, que no es Arthur Rubinstein, sino uno anterior, decía otra frase muy graciosa: “Un piano no es un instrumento, sino cien”

Neupert, un constructor de claves, llamaba al piano “instrumento de mayor amplitud”

Neuhaus, otro gran pianista, decía que el piano era “el más intelectual”

Schneider, un musicólogo alemán, lo definía como “el instrumento más romántico”

Sigamos con las frases y definiciones. Un filósofo llamado Max Weber afirmaba lo siguiente: “de acuerdo con su naturaleza musical, el piano es un instrumento burgués”

Chopin siempre decía: el piano es mi segundo yo

Un compositor y pianista americano llamado Goltschak opinaba esto: “Me imagino el infierno como un lugar de reunión de todos los pianos. Allí los condenados tendrían que escuchar una obra en la que tocaran todos los pianistas del mundo. De haber conocido Dante el piano ¿no lo habría añadido a los tormentos de su infierno?

Como veis cada persona opina una cosa distinta del piano. Recuerdo incluso una vez que un chico me dijo que las teclas negras le sonaban más tristes que las teclas blancas. ¿Habrase visto qué barbaridad? ♫

Sí, sí, no cabe duda: el piano es uno de los instrumentos más curiosos que hay. No sólo es el más conocido, el que más se estudia en los conservatorios, el que más teclas tiene, el que más pesa, y el que sirve para tocar músicas más distintas, sino que encima el piano también es el instrumento que tiene la historia más fascinante. Además se pueden relatar miles de anécdotas y cuentos de él. Pero no vamos a contarlo todo, simplemente hoy vamos a estar acompañados por UNA CURIOSA HISTORIA: EL PIANO ♫

Hace un par de meses, en “Sonido y Oído”, os presenté un programa que se titulaba ENTRE LAS CUERDAS. En aquel programa os contaba que hay cinco familias de instrumentos de cuerda: la de los arcos musicales, la de las liras, la de las arpas, la de los laúdes y la de las cítaras ♫

Precisamente el piano pertenece a la familia de las cítaras, aunque no lo parezca ♫ ¿Sabéis por qué? Porque si le levantáis la tapa y os fijáis bien en lo que tiene dentro, os daréis cuenta de que tiene un montón de cuerdas que están tensadas paralelamente a la caja de resonancia, como las cítaras, los salterios, los cimbalones y otros muchos instrumentos ♫. La diferencia está en que las cítaras se tocan con los dedos y con una púa, los salterios y cimbalones golpeando las cuerdas con unos martillitos, y en el piano son unos macillos con fieltro los que golpean las cuerdas. Además, y eso es lo más importante, los macillos se manejan por medio de un teclado. ♫ O sea, el piano pertenece a la familia de instrumentos de cuerda, y también a la de instrumentos de tecla ♫

♫ Todo viene desde el siglo XII. Teófilo, que era un benedictino muy mañoso, encontró un método práctico para fabricar alambre, o sea, hilo de hierro. Antes todos los instrumentos de cuerda se hacían con cuerdas de tripa, pero los constructores de entonces empezaron ya, después de Teófilo, a hacer instrumentos con cables de hierro. El éxito fue enorme. Parece ser que un alemán del S. XIV llamado  Simius construyó un aparato con cuerdas y teclado. Un siglo después, Giovanni Spinetti inventó un cacharro al que le puso su mismo nombre: espineta. Era un instrumento de cuerdas y teclado donde el sonido se producía cuando unas plumas de cuervo arañaban las cuerdas, y esas plumas eran accionadas desde un teclado  ♫.

Pero el antecesor del piano es un instrumento pequeñito, que se puede transportar y que suena muy poco, y se llama clavicordio. En él las cuerdas son golpeadas. Siglos después le ocurrirá lo mismo al piano, cuando unos macillos golpeen las cuerdas  ♫.

Al iniciarse el siglo XVIII los instrumentos de teclado eran de tres tipos: el órgano, que no pinta nada en esta historia; el clavicordio, que acabamos de escuchar, que tenía el problema de que casi no se oía, y el clave, que era una especie de espineta grande de cola que se utilizaba en todos los conciertos ♫

François Couperin, que era un gran clavecinista, decía: El clave es perfecto por la cantidad de notas que tiene y por su sonido tan brillante y tan bonito, pero como no se puede aumentar y disminuir el volumen de ese sonido yo quisiera que alguien construyera un instrumento que fuera capaz de tener más expresión”

Lo que no sabía Couperin es que cuatro años antes de decir eso, en 1709, en Florencia, Cristofori había inventado un instrumento y le llamó ‘clavicembalo col piano e forte’, o sea, clave con sonidos suaves y fuertes. Cristofori quitó las plumas que pellizcaban las cuerdas y puso unos martillitos que las golpeaban. Si dabas fuerte a las teclas sonaba fuerte, le dabas piano a las teclas y sonaba piano, es decir, sonaba suave; por eso le puso el nombre de pianoforte, es decir, un instrumento capaz de sonar piano y forte. Más tarde se quedó sólo con el nombre de piano  ♫.

El francés Marius y el alemán Schroeder hicieron inventos parecidos a los de Cristofori pero no tan buenos. El primero que los comercializó fue un inteligente constructor y comerciante de instrumentos alemán llamado Silbermann. Los primeros no estaban muy perfeccionados, pero poco a poco fueron mejorando. Ya en la época de Mozart sonaban así ♫

Los primeros compositores que hicieron obras especialmente para piano, no para clave o clavicordio, fueron Clementi y Haydn  ♫. A finales del siglo XVIII el piano ya estaba bastante perfeccionado; el teclado se podía tocar con mucha agilidad y la potencia sonora aumentó. Todo estaba preparado para la llegada de Beethoven 

En el siglo XIX fue la gran explosión del piano, pues llegó el Romanticismo y se colocó en cabeza de todos los instrumentos. Le pusieron bastidor de hierro, con lo cual se podían tensar mucho más las cuerdas, los pedales para sostener el sonido, el doble escape para que pudieran repetir las notas a toda velocidad. Y así se quedó el piano. Con estos instrumentos Franz Lizst hacía verdaderas barbaridades  ♫. El sonido del piano también se convirtió en más lleno y más delicado, perfecto para Chopin  ♫.

Liszt y Chopin le sacaron todo el jugo a la técnica pianística y dejaron el camino abierto a otro gran compositor y pianista: Johannes Brahms  ♫. De esta manera, perfeccionándose poco a poco, llegó a ser tal y como lo conocemos ahora. Hubo compositores que le sacaron atmósferas increíbles, como Debussy  ♫  Otros lo utilizaron casi como instrumento de percusión, como Bela Bartók  ♫ Albéniz  le puso un toque flamenco  ♫ Rachmaninov  le dio un toque sentimental ♫ Schoenberg le añadió abstracción ♫ Messiaen le puso espiritualidad  ♫ Stockhausen se lo comía con patatas fritas  ♫

En fin, es un instrumento que desde que se inventó hasta ahora ha dado muchísimo de si  ♫. Y colorín colorado, esta historia resumida del piano se ha acabado. Pero aún me quedan muchas cosas que contaros de este instrumento tan peculiar  ♫

El piano no se toca siempre sólo, ni mucho menos. Es un instrumento ideal para formar dúos  ♫ También se pueden formar tríos  ♫   De vez en cuando también se hacen cuartetos con piano  ♫ Y también se hacen quintetos con piano   ♫   Y es el instrumento ideal para hacer conciertos con orquesta  ♫  Y siempre que hay que acompañar canciones ahí está el piano  ♫ Con el piano se pueden tocar músicas de muy distintos estilos. Es fantástico para el jazz  tradicional  ♫ Y para el jazz más moderno  ♫   También en él se tocan los boogi-woogies   ♫   Y es magnífico para el rock ‘n roll  ♫   Y no digamos para la música de los cafés  ♫

Los pianos pueden tener diferentes formas. Pueden ser de gran cola de concierto, de cola pequeñita, verticales, pianos de mesa cuadrados, piano de cola vertical, piano de gabinete: todo depende de cómo estén colocadas las cuerdas. Además hay pianolas, que son pianos con pedales que tocan la música que está grabada en un trozo de papel.  Esto es una pianola  ♫  También hay toda una colección de pianos mecánicos. En París hay un museo que tiene  muchos pianos mecánicos diferentes. Vamos a oír algunos ♫. Otro tipo de pianos son los eléctricos ♫ Y los pianos preparados, o sea, aquellos que tienen tornillos, clavos, fieltros y demás ferretería entre las cuerdas, como éste que se inventó John Cage 

Y con esta historieta hemos llegado al final de nuestro programa de hoy. Nuestro único invitado ha sido ese gran instrumento musical llamado piano  ♫. El programa del próximo día tratará sobre un asunto sonoro de capital importancia. En vez de hablar de sonido, hablaré de silencio. Al programa le he puesto este título: EL SILENCIO, EL REY ♫ Hasta pronto, adiós y adiós.

© Fernando Palacios

Una curiosa historia: el piano - Fernando Palacios

10 Ago

19 Música con cualquier cosa

Programa radiofónico  nº 19 de “Sonido y Oído”, realizado por Fernando Palacios para Radio Clásica de RNE en el año 1991/92.

PODCAST disponible aquí

Si en el Caribe hubieran destruido los bidones de petróleo, ahora no existirían ‘steel drums’. Sigamos este ejemplo y probemos a sacar sonidos de tablas de lavar, maderos, cuencos de porcelana, cacharros, tuberías… En este programa se muestran algunas posibilidades muy accesibles.

Haz clic para acceder a 19-Musica-con-cualquier-cosa.pdf

♫ En la primera de nuestras emisiones, hace unos 4 meses, nos preguntábamos qué era o qué no era la música. ¿Os acordáis? Entre muchos ejemplos llegamos a oír algunos muy curiosos de obras compuestas para extraños instrumentos musicales que en principio no lo eran, es decir, objetos de la vida cotidiana que fueron o que pueden ser utilizados como instrumentos musicales.  Ahí tenéis los ejemplos de  las sillas plegables  ♫, de los papeles y cartones  ♫, o de las bisagras de las puertas ♫

En otro programa anterior de hace unos tres meses, que se llamaba ‘Queramos o no queramos, siempre sonamos’, hacíamos un recorrido por sonidos del cuerpo y su aplicación musical. Pudimos oír percusión corporal  ♫, la voz, naturalmente  ♫, las palmas  ♫ o el silbido ♫

Pero hay otras muchas músicas que se pueden hacer con casi nada, con lo primero que pillamos. El asunto es dar con el objeto adecuado y sacarle el mejor sonido que tenga; con ello hacemos música para él, para ese objeto. Por ejemplo, la Orquesta de las Nubes utilizaba en sus conciertos un gran despliegue de macetas colgadas, que los músicos de la orquesta cogieron de sus casas. Sí, de tiestos de barro, ordenados por alturas, formaron un precioso y gran instrumento de percusión afinado ♫

Ya lo oís. Hoy vamos a escuchar y a practicar MÚSICA CON CUALQUIER COSA.

Para tocar un preludio de Chopin, necesitamos, para empezar, un piano (que es un instrumento muy complicado). Con una calabaza no podemos tocar un Preludio de Chopin, pero podemos hacer otras cosas ♫ El pueblo Dakpa de Centroáfrica, golpea las calabazas así para que huyan las termitas ♫

Cogemos dos tablones de carpintería, los colocamos horizontalmente sobre dos apoyos, los golpeamos son dos palos y  ya tenemos una Txalaparta, un instrumento de percusión que tocan los vascos ♫

Las piedras también se pueden golpear, y con ellas hacer música estupenda ♫

Cualquier miembro del pueblo Fulani, en Níger, coge una caña fina o un palito recto y apoyándolo en la boca lo convierte en una guimbarda. Con estos palitos, tocan estas músicas ♫

En España se unen unos cuantos huesos de distintos animales y forman el arrabel ♫

De todo esto ya podemos sacar una conclusión. Hay muchísimos materiales y objetos que podemos aprovechar para hacer música; incluso cacharros que vamos a tirar, si lo pensamos mejor, nos pueden servir como instrumento ♫

En unas islas del Caribe, las  llamadas Trinidad y Tobago, en vez de tirar los bidones de petróleo que tanto abundan por allí, los han convertido en instrumentos y han formado grandes orquestas de bidones como esta: ♫ Hoy día es el instrumento más típico de aquellas islas, y hasta tocan música clásica como ésta: ♫

La antigua tabla de lavar se ha utilizado siempre como instrumento de percusión. Si le añadimos una botella de anís, que también es rugosa, y unas cajitas de madera, ya tenemos casi una batería. Eso sí, para rascar hay que ponerse dedales ♫

Los vasos y copas de cristal también han formado desde hace dos siglos instrumentos preciosos. Se pueden afinar si les ponemos más o menos agua, y suenan cuando rozamos con los dedos humedecidos el borde ♫. Cuando se afinan y ordenan bien, forman una armónica de cristal ♫

En la India hay instrumento formado por cuencos de porcelana tocados con  baquetas de madera. Se llama jalatarangam. Y una vasija cerámica que se golpea a manotazos, se llama ghatam ♫

Y ya sabéis, en África convierten todo en instrumento. Allí hasta cuando machacan los cereales hacen música ♫

También hacen música los niños de Camerún cuando golpean el agua con las manos. Transforman un río en un tambor  ♫.

Entre los muchísimos juguetes que hay, unos cuantos se pueden utilizar para hacer músicas bien diferentes. Aquí tenéis tres ejemplos: ♫ Los pianitos de juguete en música contemporánea ♫. O las trompetillas de plástico en música de baile ♫. También hay orquestas hechas con instrumentos de juguete  ♫

Y la cocina, ¿qué me decís de la cocina? Es un pozo sin fondo. Hay montones de instrumentos que suenan de maravilla, como las botellas y sartenes ♫. Sobre los  cubiertos hay distintas opiniones:

  • Con una cucharilla y un tenedor… sí se puede hacer música.
  • Pues no, con una cucharilla y un tenedor, no se puede hacer música.
  • ¡Yo sí que puedo hacer música con una cucharilla y un tenedor!
  • Yo… cuando… ¿cuándo sale?

 ♫ Aquí tenéis esta canción que se acompaña con instrumentos de la cocina, y que cantan y tocan unos niños americanos de seis años ♫.  Y aquí una obra compuesta para todo lo que hay en la cocina; se llama ‘Menaje’ y es de Carlos Cruz de Castro  ♫  Continuamos en la cocina: podemos soplar las botellas  ♫. Convertir un corta-huevos en un arpa  ♫ O tocar los tradicionales almireces  ♫ Ya os digo, la cocina es un prodigio musical si sabe utilizar. Pero sigamos.

Con tubos, reclamos, tentetiesos y otros aparatejos podemos formar un singular grupo ♫  Si nos pasamos por la ferretería y compramos clavos y puntas de distintos tamaños, ya está formado un perfecto metalófono  ♫. Sigamos buscando. Con gomas de neumáticos de coche hacemos tambores  ♫. Con tuberías, singulares instrumentos de viento ♫. Con papeles enrollados formando tubos y golpeados con la mano, instrumentos de distintas alturas  ♫. Con pajitas para beber refrescos hacemos oboes  ♫.

Ya veis la cantidad de instrumentos que tenemos, sólo aprovechando los materiales más comunes. Un paseo por el campo puede ser también muy interesante para fabricar instrumentos. Los xilófonos se pueden fabricar con palos ♫, con mosaicos rotos ♫  y con otros muchos materiales.  Al final se puede formar una gran orquesta con piedras, palitos, troncos, ramas, latas. Esta que suena es de unos chavales de Madrid en un paseo que dimos por la Casa de Campo  ♫. ¡Ah! me dejaba las hojas; son instrumentos de viento de gran virtuosismo  ♫. Tampoco debemos olvidar, que con una caña, una navaja, un poco de habilidad y algo de conocimiento, podemos hacer una flauta, una flauta de paseo. Unos agujeros en la caña y a soplar ♫. Si soplamos sobre los capuchones de los bolígrafos y rotuladores, obtenemos una flauta de pan. Bueno, en este caso, una flauta de plástico  ♫. Si echamos unos garbanzos en un pandero, obtenemos una música que nos recuerda al mar  ♫.

Con máquinas de escribir, Nico Daza hizo una obra llamada “Poema mecánico” ♫.

Los tubos de cartón son un filón para esto de la música. A un tubo de planos le atamos una cuerda bien tensa y ya está hecho un instrumento muy divertido. Oigamos esta pieza tocada por tres de estos aparatos  ♫. Los tubos a su vez transforman la voz y resuenan cuando les echamos cosas dentro. Esta música fue pensada para un instrumento fabricado a base de tubos de cartón  ♫.

Y podríamos seguir así horas y horas y cada vez nos iríamos dando cuenta de que se puede hacer música con cualquier cosa. Que la música no acaba con los instrumentos especializados. Que la música es, además, otras muchas cosas. Lo importante es despertar la curiosidad por hacer esas otras muchas cosas con el sonido ♫. Con las simples piedras se pueden hacer maravillas, como ésta de Pepe Iges  ♫.

Seguro que sin ninguna dificultad encontraréis serruchos, arandelas, cajas tubos y podéis montar una orquesta casera que dé gusto oírla ♫.

Nuestro próximo programa irá, muy deprisa y muy despacio a la vez, pues llevará el título de TORTUGAS Y GALGOS ♫.

Yo me disfrazaré de tortuga y de galgo irá, Carlos Arévalo ♫.

Hasta entonces, adiós y adiós.

© Fernando Palacios

Artilugios e instrumentos para hacer música

10 Ago

14 Entre las cuerdas

Programa radiofónico  nº 14 de “Sonido y Oído”, realizado por Fernando Palacios para Radio Clásica de RNE en el año 1991/92.

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No tratamos de boxeo, sino de instrumentos de cuerda. Partiendo de las cinco familias (arcos musicales, liras, arpas, laúdes y cítaras) podemos escuchar instrumentos de todo el mundo: unos tocados con púa, otros con macillos o con arcos. Es el cuento de nunca acabar.

Haz clic para acceder a 14-Entre-las-cuerdas.pdf

♫ Estas campanas suenan porque alguien tira de la cuerda que cuelga de su badajo. Pero, aunque las campanas tengan cuerda, eso no quiere decir que sean instrumentos de cuerda. ♫

♫ Esta cajita de música funciona porque antes le hemos dado cuerda ♫. Pero eso no quiere decir que sea un instrumento de cuerda.

– “Yo te quiero dar las gracias, Fernando, por haberme traído al programa porque a mí lo de las ondas acústicas radiofónicas que me llevan hasta mi público pues siempre me ha gustado. Porque yo soy una persona que hablo con el corazón. No hablo con la mente. Yo me olvido completamente de la cabeza cuando quiero dirigirme a mi público, a la gente que yo sé que me escucha…”

Tiene cuerda para rato pero, aun así, no lo consideramos un instrumento de cuerda, aunque tenemos en cuenta que la voz suena porque vibran dos cuerdas vocales que tenemos en la garganta. De todos modos la voz es la voz. No se suele incluir dentro de los instrumentos de cuerda.

♫ Este instrumentito que tengo aquí delante es muy sencillo. Se compone de un vasito de plástico y de su base sale una cuerda que se ata en el otro extremo con un palo. Si con el palo golpeo el vaso ♫ resulta un instrumento de percusión. Pero si estiro la cuerda y la hago vibrar con el dedo ♫  se convierte en un instrumento de cuerda. Todo depende para qué utilicemos la cuerda. La utilizamos para que no se nos pierda el palo, o para que con su vibración salga el sonido, como ocurre con este otro instrumento muy parecido al anterior: el monocordio ♫

Un instrumento es de cuerda cuando su sonido se produce al vibrar sus cuerdas ♫

Hoy vamos a estar acompañados de estos instrumentos. Vamos a estar metidos ENTRE LAS CUERDAS ♫

Una cuerda que se tensa con un palo doblado es un arco musical ♫. Un mueble con más de doscientas cuerdas afinadas y un teclado que acciona unos macillos es un piano ♫. El primero es muy sencillo ♫. El segundo es muy complicado ♫. Entre uno y otro hay una gran diferencia, pero los dos son instrumentos de cuerda ♫

♫ Hay miles de instrumentos enormemente distintos que utilizan las cuerdas para emitir sonidos, y hay algo que todos tienen en común: tienen las cuerdas tensas, no flojas. Una cuerda floja no vibra y si no vibra no suena. Puede servirnos para muchas cosas: para colgar, para atar. Pero para que suene tiene que estar en tensión. Mayor o menor, pero debe tener tensión. Si la cuerda la estiramos  ♫  sube el tono. Si la aflojamos  ♫  baja el tono. Estirando y aflojando podemos afinar la cuerda a nuestro antojo. El sonido de una cuerda también depende de su longitud y su grosor. Las largas y gordas ♫ tienen siempre sonidos más graves que las cortas y finas  ♫  Una cuerda para que suene potente y bien necesita, además de estar en tensión, estar junto a una caja de resonancia ♫ Según como sea esa caja de resonancia, ese amplificador y embellecedor del sonido,  y dónde esté colocada, el instrumento será diferente ♫.

Como ya os he dicho antes, si la cuerda está tirante entre los extremos de un palo doblado eso es un arco musical. Hay quien opina que de la caza surgió la música, pues con el arco podía producirse un sonido dulce. A lo mejor el arco y la flecha son antecesores del violín ♫

Si entre la cuerda y el palo metemos una calabaza hueca o un bote vacío, ya tenemos un resonador y, por lo tanto aumenta el sonido del arco. El resultado es este arco musical que se da en casi todas las civilizaciones ♫ En este instrumento la cuerda es golpeada por un palito fino y el arco se tensa y destensa, por eso el sonido sube y baja ♫

Esta primera familia de los instrumentos de cuerda es la de los arcos musicales. La segunda familia de los instrumentos de cuerda que vamos a observar es la de las liras ♫.

La lira es ese instrumento que hemos visto tantas veces en las pinturas egipcias y griegas. Consta de una caja de resonancia de la que salen dos brazos que sujetan un travesaño que nos sirve para tensar las cuerdas. La lira se caracteriza porque tiene todas las cuerdas de la misma longitud ♫

Seguro que os acordáis de alguna película en la que Nerón acompañaba sus cantos con alguna lira. O aquellos tebeos de hace muchos años de El Jabato donde uno de los personajes, Fideo de Mileto, salía siempre recitando poesías y tocando su lira. O el mundialmente conocido Asuracenturix, el músico de los tebeos de Asterix, al que nunca le dejan tocar su rústica lira, que está hecha con dos cuernos y tres cuerdas.

♫   Este instrumento se da mucho en África: en Etiopía, en Kenia, Sudán y Uganda. Allí hay liras de todos los tamaños: pequeñas, medianas, grandes y gigantes. Estas últimas suenan como contrabajos ♫

La tercera familia de los instrumentos de cuerdas es la de las arpas ♫  Las arpas suelen tener forma triangular y sus cuerdas van desde la caja de resonancia hasta un brazo que sale de dicha caja. En las arpas las cuerdas van en disminución desde las más largas, que son las más graves, hasta las más cortas que son las más agudas ♫

♫   Nuestra cuarta familia es la de los laúdes ♫ Su característica fundamental es que tienen un mástil donde se tensan las cuerdas que parten de la caja de resonancia. Con los dedos se pisan las cuerdas y así se varían los sonidos. ♫ Los laúdes son los instrumentos de cuerda más extendidos por todos los confines de la tierra. ♫ A esta grandísima familia pertenecen tanto la guitarra como el violín o el contrabajo y otros miles de instrumentos.

♫   La quinta y última familia de los instrumentos de cuerda es la de las cítaras ♫ Esta familia comprende instrumentos tan distintos que ni se parecen. Por ejemplo, este instrumento es de la familia ♫ Y este otro, que es un piano también ♫   ¿Sabéis lo que tienen en común? Que sus cuerdas siempre se tensan paralelamente a lo largo de la caja de resonancia.

♫   Habréis observado como hay instrumentos de la misma familia que suenan completamente diferentes. ¿Por qué? Porque se hacen de distintos materiales; porque tienen distintos tamaños y formas; porque unos instrumentos tienen cuerdas de tripa, otros de nylon, otros metálicas y otros entorchadas. Y fundamentalmente porque las cuerdas se pueden tocar de muy diversas formas. Pellizcándolas con los dedos  ♫  con una púa  ♫  frotándolas con otras cuerdas tensadas por un arco  ♫  golpeándolas con un palo o un macillo  ♫ o soplándolas  ♫

Todas las civilizaciones, todos los pueblos del mundo tienen una rica variedad de instrumentos de cuerda. Como la lista es interminable voy solamente a repasar unos pocos ♫

 En los países árabes encontramos un laúd, el ud que da nombre a esta familia ♫

 También hay laúdes de mástil largo y cuerdas metálicas, como este buzuc ♫          

De cuerdas frotadas destaca el camanchec ♫

También, como no, hay toda clase de cítaras. Ésta se llama qanum ♫

Si nos trasladamos a la India podremos hallar instrumentos de cuerda muy perfeccionados. Éste es un gran laúd de muchas cuerdas que se llama sitar ♫

La cítara que se golpea con macillos la llaman santur ♫

Uno precioso que es medio laúd medio cítara es la vina ♫

El sarangi es de cuerda frotada ♫

En Japón ocurre otro tanto. Una hermosa y larga cítara se llama koto ♫

Un laúd con membranas de papel shamisen ♫

En China el instrumento más famoso de cuerda frotada es el ju-chin ♫

Y el laúd de más categoría: la pipa ♫

Si nos detenemos en África vamos a encontrar maravilla como la kora de Senegal, un instrumento precioso con una gran calabaza y muchas cuerdas, que pertenece a dos familias a la vez: a la de las arpas y a la de los laúdes ♫

La valiha de Madagascar es una cítara redonda hecha con un tronco de árbol ♫

El bobongo centroafricano es mitad arpa mitad cítara ♫

Finalmente nos vamos a instalar en Europa que está repleta de instrumentos de cuerda. Empezamos nuestro repaso por las arpas folclóricas que desde siempre tocan los celtas ♫

Pero no nos olvidamos de las arpas clásicas ♫

En Europa hay una gran variedad de instrumentos de la familia de los laúdes. Unos se tocan con púa como por ejemplo las mandolinas ♫

En España tenemos bandurria, mandolas, bandolas y laúdes que forman orquestas llamadas de pulso y púa ♫.

Hay laúdes para tocar con los dedos como por ejemplo el laúd barroco ♫

Llegamos a las guitarras. ¿Qué os voy a decir de la guitarra que no sepáis? ♫

Dentro de los instrumentos pequeñitos está el timple canario ♫

Y también el cavaquinho portugués ♫

Por fin llegamos a los instrumentos de la familia de los laúdes de cuerda frotada. ¡Señoras y señores, el instrumento más famoso que existe: ¡su majestad el violín! ♫

Un poquito más grande que el violín y algo más grave es la viola ♫

Si mide algo más de un metro y se coloca entre las piernas, tenemos el violonchelo ♫

Y el más grave de todos: el enorme contrabajo ♫

Desde el siglo XVIII se reúnen dos violines, una viola y un violonchelo para formar un cuarteto ♫

También hay tríos de cuerda, quintetos, sextetos, etc., y así llegamos a la orquesta de cuerda, un invento maravilloso ♫

Sí, sí, podría seguir pero esto sería el cuento de nunca acabar. Creo que no hay más remedio que ir terminando ♫

La próxima semana, no os lo perdáis. Nos espera un programa donde nos vestiremos para bailar ♫.

Por cierto, estamos ahora escuchando banjos, guitarras ♫

En los controles, el perfeccionista Carlos Arévalo.

Hasta entonces, adiós y adiós.

© Fernando Palacios

01 Ago

06 Queramos o no queramos, siempre sonamos

Programa radiofónico  nº 6 de “Sonido y Oído”, realizado por Fernando Palacios para Radio Clásica de RNE en el año 1991/92.

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La voz, la boca, las manos, los pies son instrumentos de gran importancia estética y educativa. Una breve muestra de las muchas posibilidades que tiene nuestro cuerpo para sonar, tanto voluntaria como involuntariamente.

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♫ Atención, el pueblo Banda-Linda está lanzando un mensaje de aldea a aldea. El mensaje dice que un niño acaba de nacer y hay mucha alegría en el pueblo. Todo eso lo dicen con tambores. ¿Sabéis cómo? Imitando con el sonido de los tambores el lenguaje hablado. Ellos tienen un lenguaje tonal, es decir, las mismas palabras dichas más agudas o más graves significan distintas cosas, por eso sus tambores dan distintas alturas, distintas melodías, que significan distintas cosas. ♫

En otra aldea un maestro enseña a leer a los niños. Observad las distintas alturas de sus expresiones. (…)

Marius Schneider, el importantísimo teórico musical, piensa que ese paso del lenguaje tonal a la percusión, pudo ser el nacimiento de la música. ♫

Otro señor, Karl Bücher, dice otra cosa: “la música tuvo su origen en los movimientos corporales rítmicos, especialmente en los trabajos colectivos”. ♫

Otro estudioso, Carl Stumpf sostiene que la música nació por la necesidad de los hombres de hacer señales sonoras para llamarse cuando estaban alejados. ♫

De ahí a las melodías, hay muy poco. ♫

Otro señor, Combarieu, nos dice que el origen de la música nos viene por la necesidad que tiene el hombre de someter a la naturaleza mediante la magia. Por ejemplo, las ranas son el símbolo de la fertilidad de la tierra por medio del agua ¿sabéis por qué? porque están siempre entre el agua y la tierra, luego si imitamos el sonido y el ritmo de las ranas, atraemos a la lluvia hacia la tierra. Así de fácil parece luego. ♫

Gracias a que sonamos, existe la música, o dicho de otra manera, hay música porque queramos o no queramos, siempre sonamos. ♫

Nuestro cuerpo no para de emitir sonidos a todas horas del día. Vamos a clasificar estos sonidos a nuestra manera en tres grupos:

  1. Los que hacemos involuntariamente,
  2. Los que hacemos por necesidad
  3. Los que hacemos porque nos da la gana.

Vamos ya con los primeros, los involuntarios. Estos los emite nuestro cuerpo con o sin consentimiento (…) El corazón la respiración, los estornudos, los ronquidos y delirios nocturnos, los escalofríos, incluso el llanto, la risa, o las exclamaciones (“¡ah!, ¡oh!, ¡Huy!, ¡venga!”), son sonidos que hasta nos muestran el estado de salud.

Murray Schafer, un magnífico profesor de música, se pregunta si el estetoscopio, (ese aparatejo que tienen los médicos con el que nos escuchan el cuerpo, nos auscultan cuando tenemos pulmonía y catarros), ¿es un instrumento?

Según nuestra clasificación llegamos al segundo grupo, los sonidos que hacemos por necesidad, todo lo que nos suena sin que podamos o queramos evitarlo. Desde que nos levantamos de la cama no podemos hacer casi nada sin que suene. Caminar, el rozamiento con las cosas, son sonidos que provocamos en nuestra vida cotidiana. Abrimos un grifo (…), la cisterna del water (…), batimos un huevo (…), la cafetera (…), la máquina de escribir (…), el timbre de la bicicleta (…) y si seguimos así, el coche, el avión, la fábrica… Son necesidades que en un grado de saturación, como ocurre en casi todas las ciudades, ocasionan polución sonora, que es muy perjudicial. (…)

Pero estos sonidos que hacemos con mayor o menor necesidad, controlados pueden ser tan atractivos como este chirrido de hamaca entre los sonidos de la noche. ♫

Seguramente es un sonido que no se busca, pero acompaña. Es de una obra de Luc Ferrari.♫

Nuestro tercer y último grupo de sonidos que hacemos con nuestro cuerpo es el de los sonidos voluntarios, los que podemos y queremos hacer, sin instrumentos, claro. Vamos a observar, a partir de este instante, todos esos sonidos que somos capaces de hacer con la voz, la boca, las manos, los pies, en fin, con nuestro cuerpo. El punto emisor de sonido más importante que tenemos es sin duda la voz. Esto que tengo aquí ahora, con el que me comunico con vosotros. Porque nos sirve para hablar, pero también para cantar ♫. Es Park-Nok Su, una señora importantísima de Corea que interpreta la música del Teatro P’ansori, que está a medias entre lo hablado y lo cantado ♫.

Otro caso de hablar y cantar, pasando de una cosa a otra, casi casi como por arte de magia, es el caso del cantaor flamenco Pepe Marchena. Escuchad como lo hace ♫.

En música, la voz en solitario encarna la melodía ♫.

Una sola voz también hace espléndidamente ritmos ♫.

Aunque parezca mentira, una sola garganta es capaz de hacer armonías ♫.

Varias voces juntas, logran hacer, con mayor razón, de todo: melodías ♫,  ritmos ♫, armonías ♫, contrapuntos ♫.

Estas son nuestras voces, los mejores instrumentos que existen y para mayor maravilla los llevamos incorporados dentro de nosotros.

Por cierto, no siempre es necesario que emitamos nuestra voz con cierta potencia. El susurro, en la intimidad o en la soledad, nos descubre mundos insólitos. Sin emitir la voz, sólo con el aire que sale del mismo, modulado por la boca, entendéis todo lo que digo, ¿a que sí? Es una emisión silenciosa, hasta cariñosa, sólo con las consonantes en susurro se pueden hacer muchísimos efectos tímbricos y rítmicos. Atended a esto (…). Y hasta melodías ♫. Casi en susurro se cantan las nanas, para que no se les despierte el niño ♫.

Siguiendo con la boca llegamos al silbido ♫. Este silbador chino, lo ha practicado tanto que lo hace así de bien ♫. O este cantante y pianista de blues, Memphis Slim, que alcanza a silbar a dos voces él solito ♫.

♫ Ya hemos llegado a las manos ♫. En todo el planeta se usan las manos para llevar o acompañar el ritmo ♫, y para aplaudir, claro (…). Sin duda, de palmas los que más saben son los flamencos ♫. Solamente con los dedos se obtienen los pitos. Nuestro compañero Ángel Sánchez Manglanos es un virtuoso ♫. Todavía nos quedarían las palmas sordas ♫, los nudillos sobre la mesa ♫, y otras muchas variantes (frotando…). Pero pasamos a los pies ♫.

Al marcar un ritmo con los pies, o al hacer un movimiento rítmico de baile, éstos pasan a ser instrumento protagonista ♫.

La voz, las manos y los pies se funden a la perfección. Así lo hacen en África ♫.

El compositor Ligeti fue invitado a dar una conferencia sobre el futuro de la música. Se sentó en su mesa de conferenciante y se mantuvo en silencio durante los ocho minutos que duró la actuación. Las reacciones del público: murmullos, gritos, insultos, palmas, pateos, constituían para Ligeti una creación sonora; una obra realizada por el público (…).

Combinando palmadas, golpes en el pecho, en las piernas y pisotones y pisadas, el americano Keith Terry ha conseguido una sistematización del ritmo por medio de percusión corporal. Un verdadero hallazgo para la educación ♫.

Este es un grupo de alumnos del séptimo grado de la Escuela Orff de San Francisco, en California. Con su profesor Doug Goodkin, hacen percusión con el cuerpo llevando distintos ritmos ♫. Mientras el profesor lleva el pulso con una caja china, los alumnos hacen grupos rítmicos de 3 – 5  – 7 – 9 y más partes. Algo que teóricamente puede ser muy difícil, con el cuerpo está chupado ♫.

Me he dejado para el final algunos casos curiosos de sonidos hechos con el cuerpo. José Alberto, mi cuñado, mete la palma de una mano en la axila y aprieta como si fuera el fuelle de una gaita. Suena así de gracioso ♫. Y con la oreja, oprimiéndola (“cru-cru-cru”) hace esto ♫. Salva, el flautista, a veces susurra mientras toca la flauta; el resultado es éste ♫. Yo de jovencito aprendí de mi compañero de pupitre en la escuela, a hacer un bonito sonido con los dedos ♫. Me gusta tanto hacerlo, que siempre que puedo, ahí estoy, con mi sonidito ♫.

Seguro que tú, que estás escuchando, sabes hacer cosas diferentes. Te voy a dejar un pequeño hueco de silencio para que lo hagas, aquí mismo (… … …).

Así ya queda completo este apartado de curiosidades sonoras hechas por nuestro cuerpo.

♫ Esta es la música de despedida de hoy ♫. Este flautista, Paul Horn, estaba grabando un disco para flauta travesera sola, y estaba dentro del pequeño espacio que es la cámara mortuoria de la Gran Pirámide del faraón egipcio Keops en Gizeh. De repente sintió unos deseos irrefrenables de que su cuerpo participara en la emisión de sonidos y se puso a cantar ♫.

Es verdad, queramos o no queramos, siempre acabamos sonando.

Por cierto: ¿Cuántos sonidos diferentes sois capaces de hacer con la boca? ¿Cuántos ritmos distintos con palmadas? ¿Podéis cantar, tocar palmas y taconear a la vez?

Me gustaría verlo.

La próxima semana, Sonido y Oído se ocupará del pulso y el ritmo.

Hasta entonces, adiós y adiós.

© Fernando Palacios

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01 Ago

04 – Soplos y alientos

Programa radiofónico  nº 4 de “Sonido y Oído”, realizado por Fernando Palacios para Radio Clásica de RNE en el año 1991/92.

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Repasamos los instrumentos de viento, tanto los clásicos como los exóticos o caseros. Los clasificamos de dos formas diferentes: por su forma de emisión (según la manera occidental), y por su material (siguiendo la antigua clasificación china).

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♫ El viento impulsa el aire; el aire roza los cuerpos, los tubos y entra en vibración; se produce el sonido ♫. Siempre nos llama poderosamente la atención el sonido del viento en una caña, en los cables de la luz, en un agujero de la pared. Seguramente, hace miles y miles de años a alguien se le ocurrió cortar una caña y soplar imitando el viento ♫. También comprobó que las cañas largas producían sonidos graves ♫ y las cortas agudos ♫. De ahí a esto ♫ sólo hay un paso, el de perfeccionar y estudiar ♫.

Un día, nuestro amigo primitivo estaba decorando su flauta y sin querer le hizo un agujero. Tapando y destapando el agujero con un dedo comprobó que el sonido variaba ♫. De ahí a esto ♫ sólo hay un paso, el de perfeccionar y estudiar ♫.

Otros hombres soplaron sobre lengüetas ♫, sobre cuernos ♫ y siguieron los pasos sucesivos de perfeccionamiento y estudio ♫. El soplo, el aliento, la vibración de los labios, del aire, los agujeros en los tubos, producen sonidos, producen música. Hoy estaremos acompañados de soplos y alientos ♫.

Si enviamos el aire contra una arista fina el instrumento es de embocadura de flauta ♫.

Si el aire pone en movimiento una lengüeta que choca con una abertura, el instrumento es de lengüeta simple, como el clarinete ♫.

Si el aire pone en movimiento dos lengüetas que chocan entre sí el instrumento es de lengüeta doble, como el oboe ♫.

Si son los labios los que vibran en una boquilla, instrumentos de boquilla, como la trompeta ♫.

Si por la acción del aire vibran unas láminas libremente, el instrumento es de lengüeta libre, como la armónica ♫.

Podemos reunir un instrumento del primer grupo, una flauta, un instrumento del segundo grupo, un clarinete, dos instrumentos del tercer grupo, un oboe y un fagot y un instrumento del cuarto grupo, una trompa. Así tendremos una formación clásica: el quinteto de viento ♫.

Y si juntamos muchos instrumentos de viento de una forma proporcionada nos sale una Banda. Todos los músicos se ponen a soplar ♫.

Los instrumentos de viento están repartidos por todo el planeta sin dejar ni un solo resquicio. Cada pueblo los utiliza a su manera, aunque hay instrumentos comunes a muchos pueblos distintos. Os voy a poner un ejemplo, la flauta travesera. Existe en la música popular ♫, en la clásica ♫, en la India ♫, en Extremo Oriente ♫. Por todos lados hay flautas, pero si os parece vamos a observar los instrumentos de viento desde otro ángulo.

♫ La más antigua clasificación de los instrumentos musicales nos viene desde la China. Hace ya 5000 años los chinos clasificaron los instrumentos por los materiales con que se fabrican. El metal: con el que se hacen campanas, gongs, trompetas, tambores de bronce; la piedra: flautas de jade, litófonos que son xilófonos pero de piedra; la tierra: tambores de barro, ocarinas; la madera: oboes, etc. Yo creo que es una estupenda manera de organizarse con los instrumentos musicales. Si os parece vamos a hacer lo mismo que los chinos pero sólo con los instrumentos de viento y aliento. Os los voy a mostrar por materiales ♫.

Primer material: ninguno, cuando no se tiene nada. En fin, siempre nos queda la voz ♫. También podemos soplar en el hueco de las manos o silbar, naturalmente. Esto nos lo cuenta Rosa Alvarez : “El niño soplaba en todas las direcciones posibles. Convocaba todo el aire de sus pulmones para canalizarlo con ayuda de la lengua entre los dientes desiguales y los flexibles labios. Soplaba infatigable porque había emprendido una aventura apasionante. Hacía avanzar el labio superior sobre el inferior, y a la inversa, con lo cual sólo conseguía airearse la barbilla o la nariz. Redondeó los labios en forma de O y también de U, pero tal vez no acertaba con la medida exacta o la dirección precisa y hasta probó soltando el aire por las comisuras produciendo un decepcionante sonido de globo desinflado. Insensible al desaliento lo intentó una vez, y otra vez, hasta que por fin una nota perfecta, una frágil flecha de cristal se escapó de su boca hacia el ancho espacio. El niño comenzó a inventar su música” ♫.

Segundo material: el plástico, un material muy barato que da mucho de sí. Un tubo estriado de electricidad suena sencillamente cuando lo hacemos girar a cierta velocidad ♫. Esto son lengüetas libres en una diminuta melódica de diez centímetros de largo ♫. Una flautita de tubos ♫ y naturalmente una trompetilla de plástico ♫.

Tercer material: la caña, un paraíso para el soplido. Desde flautas de pan ♫ hasta miles de flautas de agujeros ♫, pero sobre todo, con las cañas se hacen lengüetas para montones de instrumentos: clarinetes, oboes, dulzainas, fagotes, saxofones, ya os digo, es un paraíso ♫.

Cuarto material: la madera. Con ella podemos hacer de todo. Los australianos ponen un tronco para que las hormigas se coman su interior y así les queda un tubo, un didjeridu ♫. Con un torno, muchos conocimientos y no menos habilidad podemos hacer una preciosa flauta dulce ♫. En Yugoslavia soplan troncos huecos tan grandes como un fagot que suenan así ♫. En el Tirol hacen unas “turutas” de varios metros de longitud, una barbaridad ♫.

Quinto material: el cristal. Con él se fabrican botellas que se pueden soplar e incluso afinar con más o menos agua ♫. También en el siglo pasado se construyeron flautas de cristal, pero no tengo grabación de ninguna de ellas, así que pasaremos al sexto material, el metal.

Con bronce se fabrican trompetas, trompas, trombones, tubas y demás instrumentos de boquilla, que disfrutan muchísimo tocando juntos, pero también con metales se hacen tubos para sencillas flautas ♫ o para flautas mucho más complicadas, como la flauta travesera ♫. También se hacen de metal las lengüetas para los acordeones ♫ y muchos tubos de los gigantescos órganos ♫, sin olvidar algo muchísimo más diminuto, los pitos ♫.

Séptimo material: el barro. Con tierra y agua hacemos el barro y con el barro ocarinas ♫ y flautas de cerámica ♫.

Octavo material: el hueso. La primera flauta que se conoce, de hace 20.000 años, estaba hecha de hueso, como de hueso son los cuernos de antílope que usa la etnia Banda Linda para hacer su música ♫.

Tampoco habría que olvidar los pitos y “turutas” hechos con conchas y caracolas, pero pasaremos al noveno material, la calabaza. Nos viene de perlas para hacer los órganos de boca de oriente ♫ y esos curiosos instrumentos de encantar serpientes ♫.

Décimo material: la piel, las bolsas de aire de las gaitas ♫.

Undécimo material: la goma, los cláxones de los coches antiguos ♫.

Duodécimo material: el papel. Es la membrana que vibra en los kazoos o mirlitones ♫.

Por último os voy a mostrar algunos instrumentos de viento curiosos, como este vibrante, construido por mi querido amigo Leo. Su sonido viene por la vibración de un globo, como lo oís ♫. O estos instrumentos construidos por el grupo humorístico musical Les Luthiers. Ellos mismos los presentan ♫

Reclamos de patos y de aves, aquí los tengo aunque no los veáis. Los voy a hacer sonar a ver si viene alguno de estos animales ♫. O finalmente este organito portátil de manivela que hace hermosa música callejera, música de viento, por supuesto ♫. ¿Qué os parece si os conseguís algún instrumento de estos que hemos oído y os ponéis a tocarlo? ¿Os saldrá algún sonido? Hay que intentarlo ♫. Y ¿por qué no os hacéis alguno vosotros? Con un poco de imaginación y habilidad, precioso ♫.

Bueno, aquí os dejo, la próxima semana tendremos CANCIONES PARA TODOS.

© Fernando Palacios

Soplos y alientos - Fernando Palacios