04 – Soplos y alientos
Programa radiofónico nº 4 de “Sonido y Oído”, realizado por Fernando Palacios para Radio Clásica de RNE en el año 1991/92.
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Repasamos los instrumentos de viento, tanto los clásicos como los exóticos o caseros. Los clasificamos de dos formas diferentes: por su forma de emisión (según la manera occidental), y por su material (siguiendo la antigua clasificación china).
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♫ El viento impulsa el aire; el aire roza los cuerpos, los tubos y entra en vibración; se produce el sonido ♫. Siempre nos llama poderosamente la atención el sonido del viento en una caña, en los cables de la luz, en un agujero de la pared. Seguramente, hace miles y miles de años a alguien se le ocurrió cortar una caña y soplar imitando el viento ♫. También comprobó que las cañas largas producían sonidos graves ♫ y las cortas agudos ♫. De ahí a esto ♫ sólo hay un paso, el de perfeccionar y estudiar ♫.
Un día, nuestro amigo primitivo estaba decorando su flauta y sin querer le hizo un agujero. Tapando y destapando el agujero con un dedo comprobó que el sonido variaba ♫. De ahí a esto ♫ sólo hay un paso, el de perfeccionar y estudiar ♫.
Otros hombres soplaron sobre lengüetas ♫, sobre cuernos ♫ y siguieron los pasos sucesivos de perfeccionamiento y estudio ♫. El soplo, el aliento, la vibración de los labios, del aire, los agujeros en los tubos, producen sonidos, producen música. Hoy estaremos acompañados de soplos y alientos ♫.
Si enviamos el aire contra una arista fina el instrumento es de embocadura de flauta ♫.
Si el aire pone en movimiento una lengüeta que choca con una abertura, el instrumento es de lengüeta simple, como el clarinete ♫.
Si el aire pone en movimiento dos lengüetas que chocan entre sí el instrumento es de lengüeta doble, como el oboe ♫.
Si son los labios los que vibran en una boquilla, instrumentos de boquilla, como la trompeta ♫.
Si por la acción del aire vibran unas láminas libremente, el instrumento es de lengüeta libre, como la armónica ♫.
Podemos reunir un instrumento del primer grupo, una flauta, un instrumento del segundo grupo, un clarinete, dos instrumentos del tercer grupo, un oboe y un fagot y un instrumento del cuarto grupo, una trompa. Así tendremos una formación clásica: el quinteto de viento ♫.
Y si juntamos muchos instrumentos de viento de una forma proporcionada nos sale una Banda. Todos los músicos se ponen a soplar ♫.
Los instrumentos de viento están repartidos por todo el planeta sin dejar ni un solo resquicio. Cada pueblo los utiliza a su manera, aunque hay instrumentos comunes a muchos pueblos distintos. Os voy a poner un ejemplo, la flauta travesera. Existe en la música popular ♫, en la clásica ♫, en la India ♫, en Extremo Oriente ♫. Por todos lados hay flautas, pero si os parece vamos a observar los instrumentos de viento desde otro ángulo.
♫ La más antigua clasificación de los instrumentos musicales nos viene desde la China. Hace ya 5000 años los chinos clasificaron los instrumentos por los materiales con que se fabrican. El metal: con el que se hacen campanas, gongs, trompetas, tambores de bronce; la piedra: flautas de jade, litófonos que son xilófonos pero de piedra; la tierra: tambores de barro, ocarinas; la madera: oboes, etc. Yo creo que es una estupenda manera de organizarse con los instrumentos musicales. Si os parece vamos a hacer lo mismo que los chinos pero sólo con los instrumentos de viento y aliento. Os los voy a mostrar por materiales ♫.
Primer material: ninguno, cuando no se tiene nada. En fin, siempre nos queda la voz ♫. También podemos soplar en el hueco de las manos o silbar, naturalmente. Esto nos lo cuenta Rosa Alvarez : “El niño soplaba en todas las direcciones posibles. Convocaba todo el aire de sus pulmones para canalizarlo con ayuda de la lengua entre los dientes desiguales y los flexibles labios. Soplaba infatigable porque había emprendido una aventura apasionante. Hacía avanzar el labio superior sobre el inferior, y a la inversa, con lo cual sólo conseguía airearse la barbilla o la nariz. Redondeó los labios en forma de O y también de U, pero tal vez no acertaba con la medida exacta o la dirección precisa y hasta probó soltando el aire por las comisuras produciendo un decepcionante sonido de globo desinflado. Insensible al desaliento lo intentó una vez, y otra vez, hasta que por fin una nota perfecta, una frágil flecha de cristal se escapó de su boca hacia el ancho espacio. El niño comenzó a inventar su música” ♫.
Segundo material: el plástico, un material muy barato que da mucho de sí. Un tubo estriado de electricidad suena sencillamente cuando lo hacemos girar a cierta velocidad ♫. Esto son lengüetas libres en una diminuta melódica de diez centímetros de largo ♫. Una flautita de tubos ♫ y naturalmente una trompetilla de plástico ♫.
Tercer material: la caña, un paraíso para el soplido. Desde flautas de pan ♫ hasta miles de flautas de agujeros ♫, pero sobre todo, con las cañas se hacen lengüetas para montones de instrumentos: clarinetes, oboes, dulzainas, fagotes, saxofones, ya os digo, es un paraíso ♫.
Cuarto material: la madera. Con ella podemos hacer de todo. Los australianos ponen un tronco para que las hormigas se coman su interior y así les queda un tubo, un didjeridu ♫. Con un torno, muchos conocimientos y no menos habilidad podemos hacer una preciosa flauta dulce ♫. En Yugoslavia soplan troncos huecos tan grandes como un fagot que suenan así ♫. En el Tirol hacen unas “turutas” de varios metros de longitud, una barbaridad ♫.
Quinto material: el cristal. Con él se fabrican botellas que se pueden soplar e incluso afinar con más o menos agua ♫. También en el siglo pasado se construyeron flautas de cristal, pero no tengo grabación de ninguna de ellas, así que pasaremos al sexto material, el metal.
Con bronce se fabrican trompetas, trompas, trombones, tubas y demás instrumentos de boquilla, que disfrutan muchísimo tocando juntos, pero también con metales se hacen tubos para sencillas flautas ♫ o para flautas mucho más complicadas, como la flauta travesera ♫. También se hacen de metal las lengüetas para los acordeones ♫ y muchos tubos de los gigantescos órganos ♫, sin olvidar algo muchísimo más diminuto, los pitos ♫.
Séptimo material: el barro. Con tierra y agua hacemos el barro y con el barro ocarinas ♫ y flautas de cerámica ♫.
Octavo material: el hueso. La primera flauta que se conoce, de hace 20.000 años, estaba hecha de hueso, como de hueso son los cuernos de antílope que usa la etnia Banda Linda para hacer su música ♫.
Tampoco habría que olvidar los pitos y “turutas” hechos con conchas y caracolas, pero pasaremos al noveno material, la calabaza. Nos viene de perlas para hacer los órganos de boca de oriente ♫ y esos curiosos instrumentos de encantar serpientes ♫.
Décimo material: la piel, las bolsas de aire de las gaitas ♫.
Undécimo material: la goma, los cláxones de los coches antiguos ♫.
Duodécimo material: el papel. Es la membrana que vibra en los kazoos o mirlitones ♫.
Por último os voy a mostrar algunos instrumentos de viento curiosos, como este vibrante, construido por mi querido amigo Leo. Su sonido viene por la vibración de un globo, como lo oís ♫. O estos instrumentos construidos por el grupo humorístico musical Les Luthiers. Ellos mismos los presentan ♫
Reclamos de patos y de aves, aquí los tengo aunque no los veáis. Los voy a hacer sonar a ver si viene alguno de estos animales ♫. O finalmente este organito portátil de manivela que hace hermosa música callejera, música de viento, por supuesto ♫. ¿Qué os parece si os conseguís algún instrumento de estos que hemos oído y os ponéis a tocarlo? ¿Os saldrá algún sonido? Hay que intentarlo ♫. Y ¿por qué no os hacéis alguno vosotros? Con un poco de imaginación y habilidad, precioso ♫.
Bueno, aquí os dejo, la próxima semana tendremos CANCIONES PARA TODOS.
© Fernando Palacios