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Cuento para bailar

. Producción del Teatro Real
. Orquesta y electroacústica
. Bailarines del Conservatorio Superior de Danza “María de Ávila”
. Escenografía: Francesco Calcagnini
. Dirección escénica y coreografía: Alessandra Panzavolta
. Dirección musical: José Antonio Montaño
. Música, guión y texto: Fernando Palacios

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“Historia del Doctor Fausto, celebérrimo mago y nigromante, de cómo se entregó al Diablo por un determinado tiempo, y de las extrañas aventuras y encantamientos que vio y practicó entre tanto, hasta recibir al fin su merecido castigo”

Por una parte tenemos al diablo más terrible de todo el infierno: Mefistófeles (su nombre significa “El que no ama la luz”), un gran personaje de triple personalidad, representado por Mefis (una especie de gato negro), To (un tipo estrafalario) y Feles (típico mago de capa roja). Por otra parte, contamos con el protagonista principal, Fausto (mago, nigromante, filósofo); su criado Wagner; la bella Helena de Troya; el famoso emperador Carlos V; y el no menos célebre emperador griego, Alejandro Magno.

En un momento dado aparecen siete conocidos personajes: son los “Siete Pecados Capitales”. Tendrán su entrada en este orden: Soberbia, Avaricia, Envidia, Ira, Gula, Pereza y Lujuria. También contaremos con la presencia de diablillos, de extrañas criaturas que componen la maquinaria de un laboratorio, y cortesanos.

Ballet para todos los públicos

. Producción de “Música en acción” (Navarra)
. Septeto (quinteto de cuerda y piano 4 manos) y electroacústica
. Bailarines de la Escuela Navarra de Danza
. Imágenes: Laura Terré
. Dirección escénica y coreografía: José Laínez
. Dirección musical: Francisco Luis Santiago
. Música, guión y texto: Fernando Palacios

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Mientras pasea, un personaje observa las formas que le rodean. De dichas formas surgirá en su interior una elaboración que las convertirá en elemento artístico sin salir de su cabeza. El espectador se introduce en sus razonamientos y asiste a través de la música, los textos, la coreografía y las proyecciones a dichas transformaciones.

 Esta obra busca proporcionar un encuentro con aquellas cosas que pasan a nuestro lado sin que les prestemos demasiada atención. Este espectáculo invita a reflexionar sobre las formas cotidianas y sus posibles transformaciones; es decir, trata de la creación de la obra artística: “El arte no se cuenta: se experimenta”.

El Paseante Ocioso es un ballet contemporáneo donde se integran música, danza, teatro, poesía y proyecciones. A su vez el grupo musical interactúa con los bailarines de tal manera que no deja separación entre música y escena.

La obra parte de un lenguaje contemporáneo y atonal, combinado con partes más tradicionales. Hay un diálogo perpetuo entre el grupo instrumental y la electroacústica. En algunos momentos de las partes orquestales aparecen ritmos tradicionales con un tratamiento nuevo y sarcástico: bolero, vals, swing, pasodoble, giga, tecno, rock…

 Los textos de la obra están confeccionados a partir de nueve formas poéticas diferentes: verso libre, retahíla, alejandrinos, lira, rap, haiku, canción, cacofonía y soneto. Estos textos van grabados sobre la música electroacústica.