11 Ago

31 Sonidos en libertad

Programa radiofónico  nº 31 de “Sonido y Oído”, realizado por Fernando Palacios para Radio Clásica de RNE en el año 1991.

PODCAST disponible aquí.

¿Pueden ser los sonidos libres? Lennon, Kant, Hegel, Buda, Stravinsky, Cage, Schwitters, Orquesta de las nubes, Blackmusicina, Dylan, Waits, Richards, Barber, Jarrett y Vostell: gentes dispares que nos dan su opinión, siempre partiendo del movimiento futurista.

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♫  Marinetti, escritor italiano, fundó en 1909 un movimiento artístico llamado Futurismo. Los artistas futuristas querían romper con las formas tradicionales creando nuevos lenguajes artísticos. En la pintura proponían el movimiento, en la música, el arte de los ruidos y, en la poesía, las palabras en libertad  ♫.

Los pintores futuristas buscaron el movimiento dividiendo las figuras en fragmentos, señalando las líneas y con coloridas geometrías. Los músicos profetizaron los ruidos como materia musical, adelantándose a la música concreta e incluso a gran parte de la música de la actualidad. Los escritores suprimieron los adjetivos y la puntuación y utilizaron diferentes tipos de letras y una nueva ortografía que denominaron libre expresión  ♫.

El Movimiento Futurista dio un gran impulso desde Italia al arte del siglo XX, hasta tal punto que en estos últimos años se están volviendo a utilizar muchas de las denominaciones que tenían los futuristas a principio de siglo para definir su trabajo. Arte de los ruidos, palabras en libertad, libre expresión, son términos que hoy día se oyen en muchas bocas. Observemos dos casos. El Aula de Música de la Universidad Complutense de Madrid organizó a principios de los 80 unos interesantísimos Festivales de la libre expresión sonora, donde se presentaban artistas que presentaban músicas abiertas sin ningún tipo de limitaciones ni prohibiciones  ♫.

El segundo caso es el siguiente. Hace un año y medio aproximadamente en el programa Ars Sonora de esta misma emisora se emitieron cuatro programas titulados Los sonidos en libertad donde se escucharon obras musicales de nuestro siglo de una gran libertad de planteamientos que, además, estaban hechas por poetas y artistas plásticos, no por músicos  ♫. Como veis, Libre expresión sonora y Sonidos en libertad son títulos sacados de aquellos manifiestos futuristas de principio de siglo  ♫.

¿Qué piensan determinados artistas de hoy sobre su propia libertad a la hora de hacer música? ¿Qué nos cuentan sobre este asunto ciertos compositores de pop, rock y de jazz? ¿Qué nos dicen sobre la libre expresión algunos improvisadores de música? Lo vamos a oír inmediatamente en este programa que está confeccionado con las opiniones de pensadores y de artistas que se encuentran en esa situación de utilizar su libertad para hacer música. Hoy nuestro programa trata de eso, de SONIDOS EN LIBERTAD.  ♫

“Fundamentalmente amo la libertad, por eso soy un artista “.

Esto lo decía John Lennon, el magnífico compositor e intérprete de The Beatles.  Es algo que ya en el siglo XVIII contaba el gran filósofo alemán Immanuel Kant. Decía esto:

“El músico obra como si fuera libre, cree en su libertad y por eso mismo es y será libre.”  ♫

Otro filósofo alemán, algo posterior a Kant, llamado Hegel pasaba largas horas meditando sobre la música. Pensaba cosas de este tipo:

“La música tiene la misión de representar en toda su libertad las manifestaciones de la vida. La música nos gusta a todos no porque parezca natural, sino porque se hace naturalmente. La música se hace como un acto de libertad.”  ♫

En el siglo V antes de Cristo, vivió un sabio en Oriente llamado Buda. Oigamos una frase suya.

“Es dentro de ti donde debes procurar lo que es necesario para tu libertad. Cada hombre construye su propia prisión.”  ♫

Para que muchos artistas puedan trabajar con más intensidad, se suelen marcar sus propios límites. Stravinsky, ese gran compositor que muchas veces mencionamos, pensaba que cuanto más limitado, trabajado y vigilado se halla el arte, más libre es. Parece mentira, pero es así. Si todo está permitido, lo mejor y lo peor, si ninguna resistencia y desafío se ofrece, todo esfuerzo es inconcebible. No puede fundarse nada. Declaraba Stravinsky:

“Mi libertad consiste en mis movimientos dentro de un estrecho marco que yo mismo me he asignado para cada una de mis empresas; ella será tanto más grande y profunda cuanto más estrechamente limite mi campo de acción y me imponga más obstáculos.”  

Otra manera de observar la libertad de la música es la del octogenario compositor americano y gran pensador John Cage. Algunos de sus pensamientos son éstos:

“Como mi padre era inventor, yo pensé que me correspondía hacer descubrimientos musicales. 

“El compositor debe elaborar la situación para que los sonidos puedan ser  libres” 

“Busco una música donde los sonidos sean tan sólo sonidos. Mi música no expresa emociones” 

“Según un texto que he leído del Tíbet, debemos trabajar como si escribiéramos en el agua. Cuando se trabaja en el agua no queda nada, así que tenemos libertad para hacer lo que queramos porque el agua lo absorbe todo. Es una idea maravillosa”.

“Cuando no tengo música para escuchar, escucho el sonido del ambiente. Me gustan todos los ruidos”. 

Kurt Schwitters, un artista plástico y poeta alemán de principios de siglo, inventó la palabra merz a la que dio significado de muchas cosas. Era una palabra suya y hacía con ella lo que quería. Escuchemos lo que dice el propio Kurt Schwitters:

“Merz busca la liberación de todas las ataduras. Libertad no es desenfreno, sino el resultado de una severa disciplina artística. Mertz significa también tolerancia con respecto a cualquier limitación por motivos artísticos. Se le debe permitir a cualquier artista poder componer una obra o una imagen tal vez solamente a base de papel secante si él sabe conformarla.” 

En estos últimos años ha venido funcionando un grupo musical de tres componentes llamado La Orquesta de las nubes. Explican así su trabajo:

“Combinamos todas las experiencias musicales adquiridas: experimental, jazz, pop, barroco… con elementos de otras culturas: africanas asiáticas caribeñas… dándoles un tratamiento unificador y abierto. Quien vaya a escuchar un concierto de La Orquesta de las Nubes no puede llevar una sola ventana abierta. Tiene que abrir las puertas de par en par y dejar que todo entre y salga sin esfuerzo.” 

Un grupo español fantasma, de esos que no sabemos si existen o no existen, se ha puesto el nombre de una medicina. Se llaman Blacmusicina, antídoto contra la cultura de la sobredosis. Toda su filosofía musical viene escrita en forma de prospecto de farmacia. Os leo algunas cosas de él:

Descripción y acción: La blacmusicina es un compuesto de distintos agentes sonoros cuyo principio activo fundamental, la bluesina, se combina con otras sustancias como el vivopol, la freeformina, el afrocubanato y diversos extractos etnomusicológicos de efecto auditivo y corporal concomitante. Proporciona una rápida acción sobre los centros rítmicos del organismo, y facilita la percepción de intensidades variables.

Indicaciones: La blacmusicina está indicada en todos los síndromes de sobredosis sonora y más especialmente en los trastornos inducidos por el abuso de la popmusicina. En la úlcera de Decibelius, a los pocos días del tratamiento, el paciente recupera una moderada intuición del mezzoforte y en pocas semanas es capaz de mover las extremidades inferiores por efecto de, digamos, un blues de West Montgomery. Continuando las tomas llega a relamerse, el muy cochino, en los silencios erizados de Thelonious Monk. En la afección aguda de discotecosis con esclerosis timpánica irreversible, el paciente logra una moderada pero apreciable buena disposición hacia las volutas de humo que, barridas por el trajín casi culinario de las escobillas, se deshacen de feeling. 

Posología y administración: Puede tomarse en muy diversas dosis a horas tempestivas o temperaturas, en soledad o en compañía. En todos los casos, la automedicación es sumamente recomendable y la consulta al especialista raramente provechosa.  ♫

Contraindicaciones: No tiene. El preparado es perfectamente compatible con todo otro tratamiento sonoro y su efecto se ve positivamente reforzado por la administración simultánea de reaguerastafarina, flamencol, salsasaborine, electroacustone, romanticil, sambabrasiliato, etc. Los afectados de sobredosis aguda deben abstenerse temporalmente de popmusicina. Aún hoy, los afectados de cardiopatía han de espaciar prudentemente las tomas de baladas y blues de Billie Holiday, por si acaso.  ♫

Presentación: Se suministra en forma de jalea y de jaleo, en versión forte y piano, en conserva y en directo. La aplicación en directo, tópica, carnal y sudorosa, multiplica los efectos benéficos del preparado.  ♫

Puede y debe mantenerse al alcance de los niños 

Ya veis, son artistas del sonido con alto grado de libertad musical que buscan oyentes libres de prejuicios, que no tengan manías a ningún tipo de música. Oyentes que se salgan del bombardeo monótono de la música comercial. Oyentes que no dediquen su oído sólo a un estilo de música. O sea, oyentes buenos, que abran los oídos y escuchen.  ♫

Os voy a contar ahora algunas de las meditaciones sobre el acto de componer música de tres famosos compositores e intérpretes del mundo del pop-rock: Bob Dylan, Tom Waits, y Keith Richards. Nos hablan de la utilización de su libertad para explorar territorios desconocidos, para buscar un agujero por donde ver lo que se puede hacer, para oír la llamada de las canciones a la puerta.  ♫

 Bob Dylan nos dice esto:

“Componer es explorar un territorio desconocido, penetrar en una zona donde no hay nadie más, donde nunca nadie transitó. Ahí es preciso estar constantemente atento a los propios pasos. No te puedes desviar de rumbo. Debes equilibrarte en esa cuerda floja hasta el fin. Cualquiera es capaz de fantasear: niños, ancianos, todo el mundo tiene derecho a entrar en el terreno de sus fantasías. Mas la mayoría no pasa de eso, de simples imaginerías. Un creador va más allá del paseo de la imaginación y entra en un sueño.” 

Tom Waits se expresa así:

“Componer es buscar una abertura, una rendija, un pequeño agujero. De pronto, aparece una luz y consigues ver todo. Cuando compongo, la vida se convierte en un acuario. Algunas cosas flotan, otras no; algunas respiran y otras se ahogan; algunas parecen mejores, otras peores. Y en ese momento sé que estoy creando. Cuando la sala se llena de agua.” 

Keith Richards  nos explica esto:

“En el proceso de composición eres una especie de receptor. De cierta forma eres un médium. No creo que muchos sean capaces de decir que se sentaron y compusieron esa música, pues no saben de donde proviene realmente. Creo que las canciones golpean en nuestra puerta; solo debes oír la llamada y darles la oportunidad de existir. Todo es cuestión de saber recibirlas y captarlas, porque la mayoría de las canciones se escriben solas: es un proceso irreversible. Solo ayudas, vas detrás, pero no puedes controlar la música. Todo es cuestión de saber recibir, como un médium.” 

La improvisación produce un tipo de música donde se juega con la libertad de los sonidos. Hay improvisaciones donde hay mucha libertad y otras donde hay menos. De esto nos hablan dos músicos especialistas: el español Llorenç Barber, y el americano Keith Jarrett.  ♫

En las notas a los programas de los conciertos del grupo de música improvisada Taller de música mundana, Llorens Barber, su fundador, dice esto:

“Improvisar para nosotros consiste en no prohibirse nada, no excluir práctica musical alguna; por el contrario, servirse como método de entrenamiento colectivo, de: repeticiones, fusiones, variaciones, iniciativas, equivocaciones, acumulaciones y selecciones, respiraciones que den lugar a flujos y éxtasis que transformen lo existente en algo fresco. En esta habilidad encontramos la técnica básica y más difícil de dominar de la improvisación: cambios y repeticiones son las dos facetas articuladas de un mismo método que nos acerca a la auténtica improvisación. El resultado de nuestras sesiones de trabajo son producto de un “toma y daca” entre nosotros, de un diálogo”. ♫

Keith Jarrett es un famosísimo pianista actual que toca tanto obras de los clásicos como improvisaciones y piezas suyas. Las dos cosas le parecen igualmente interesantes, e igualmente distintas. Oigamos lo que dice:

“Para una obra clásica suelo prepararme del mismo modo que si fuera a interpretar mi propia música escrita. Si fuera para una improvisación, la preparación sería a la inversa. Cuando improvisas no sabes que lenguaje escogerás, o que forma musical va a surgir en esos momentos. No debes escuchar pianos o estar cerca de ellos por algún tiempo. Tiene que brotar cada vez un nuevo sonido, desde un comienzo casi primitivo. Siento que la improvisación musical es la manera más profunda de relacionarte con la realidad del momento presente. Es una forma de meditación; pero no creo que sea menos profundo trabajar sobre la música de otra persona, pues encontrar su profundidad es exactamente lo mismo: un encuentro con lo real. Los grandes compositores desarrollaron una relación muy fuerte con la improvisación espontánea y libre.”

Esto se va acabando, queridos amigos. Aprovecharemos de todos modos los últimos minutos para oír otras cosillas sobre SONIDOS EN LIBERTAD. Por ejemplo, Eduardo Polonio, compositor español, tiene una obra que se titula así: Flautas, voces, animales, pájaros, sierra, la fragua de protones, trompetas, frialdad con sangre, arpas judías, trompetillas, agua, agujero negro. ♫

El jardín de las delicias es una ópera del artista austríaco Wolf Vostell. El autor recomienda lo siguiente:

“Ruego a ustedes se imaginen El jardín de las delicias como una autopista de veinte carriles sobre la cual, en tráfico fluido, se producen simultáneamente veinte fenómenos óptico-acústicos. Se superponen, forman un diálogo y crean una polifonía de voces y ruidos junto a sonidos electrónicos.”

Edgar Gismonti, clarinetista brasileño, dice esto:

“Si tú crees que eres loco por hacer una música completamente loca, no te asustes. Un día serás lúcido.”

Amigos, ya habéis oído. La libertad de los sonidos, de las músicas, de los compositores y de los improvisadores da mucho de sí. Espero que os haya interesado.

Este programa se puede complementar con el nº 8 de nuestra serie, llamado IMPROVISAR Y CREAR, y con el 16 titulado ORDEN Y CAOS. Os podría venir bien darles un repasillo, ¿no? Bueno, en caso de que lo tengáis, claro.  ♫

El próximo programa tendrá como protagonista a un ardoroso personaje: EL FUEGO.  ♫

Estaremos también con Carlos Arévalo, nuestro técnico favorito.

♫ Hasta entonces, adiós y adiós

© Fernando Palacios

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