Pedro y el Lobo

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Se celebra un concurso para determinar qué instrumentos de la orquesta (clarinete, fagot, oboe, violín y flauta) pueden adecuarse mejor a los solos de los animales del cuento musical Pedro y el lobo. De este modo, el público, que es el jurado, escucha todos los temas de la obra varias veces, con distintos timbres, con el añadido de letras a las melodías… y al final se inclina por los mejores. Más tarde se incorporan al concurso las trompas, la cuerda y la percusión. Cuando todos los instrumentos han expuesto sus temas respectivos, comienza el cuento musical más célebre de cuantos se han escrito, aquel que ha generado todo el movimiento cuentístico del que se nutre esta colección, que ha esperado pacientemente veinticinco volúmenes para sacar a la luz este gran clásico.