22) La creación del mundo
Concierto de grupo instrumental para jóvenes
. La llegada del jazz a Europa junto a cosmogénesis del mundo
. Grupo instrumental y narrador
. Músicas de Gershwin, Artie Shaw, Martinú, Stravinsky y Milhaud
. Texto: Fernando Palacios
Frente a la música vital, barriobajera, improvisada y optimista del jazz estaba la música clásica que, siguiendo su tradición milenaria, escribía en partitura, nota a nota, sus melodías y se interpretaba en salas de conciertos para un público selecto. Eran dos mundos diferentes, casi contrarios: por un lado estaba la compleja música clásica y por otro la locura del jazz. Lo cual no quita que, como veremos hoy, en algunos casos se mezclaran.
Y después de invadir toda Norteamérica, llegó un día en que, por fin, el jazz atravesó el mar y llegó a Europa. ¡Llegó, sonó y venció! Desde Londres a París, de Roma a Praga… el jazz se metió como una plaga en toda la sociedad.
A algunos compositores europeos les daba miedo esa llegada: temían su fuerza arrolladora, su descaro, su ritmo vibrante… A otros, sin embargo, les apasionaba. En 1923, el compositor francés Darius Milhaud, enamorado del jazz, quiso hacer un ballet que retornara a las fuentes del jazz, o sea a África, a la fuerza del origen, a los ritos paganos de los antepasados. Fue un ballet donde bailaban africanos en sus ceremonias religiosas, y la música estaba empapada de jazz. Y le llamó La creación del mundo. En este ballet se ve cómo surgen animales enormes, pájaros multicolores, insectos terroríficos, dioses en forma de tótem. Entre la vegetación exuberante y llena de vida aparecen elefantes, tortugas, monos… En cierto modo, esta Creación del mundo al estilo africano se parece al Génesis, donde se describe la creación del mundo en siete días.