03 Dic

GOZNES LUCÍFOBOS

GOZNES LUCÍFOBOS

Conscientes de que el silencio es el espacio sonoro más agradecido por los sufridos asistentes a los conciertos vanguardistas (o posmodernos, igual nos da), “Fundación Manús” afronta éste su primer trabajo en el compromiso de cambiar esta afirmación tan certera con su obra “Goznes lucífobos”.
“Goznes lucífobos” no es un bloque sonoro de una sola pieza, tampoco una suite de piececillas una detrás de otra; es el chirrido de las bisagras al entreabrirse la herrumbrosa puerta; el sujeto implícito del silencio etéreo en el más consecuente estilo etílico que, como todo arte dionisíaco, el público degusta en sus esencias.
“Goznes lucífobos” para silencios interpretativos, ausencia de palabras, sílabas, métrica y aún hasta de ideas.
“Goznes lucífobos”, silencios suspendidos, agujero negro que en el espacio se mira, McIntosh meditante.
“Goznes lucífobos”, ausencias de parámetros, envolventes vacíos que a su propio ombligo tornan..
“Goznes lucífobos”, oscuridad de parafotones, transaminasas carnívoras que nuestra salud minan.
Pero, tengamos cuidado, no vaya a ser que con tanto gozne descubramos esa inmensa soledad de ser sólo nosotros los lucífobos.

FUNDACIÓN MANÚS

En 1985, Ánjel Muñoz-Alonso y Fernando Palacios, después de cuatro años de trabajo conjunto en el terreno del rock y el jazz (Rudy Armstrong Quartet), deciden reemprender su nunca olvidada faceta de compositores comprometidos con su tiempo y lugar, edificando sobre las eximias cenizas de la “Academia de Educación Sentimental Agúndez-Palacios” su plataforma de acometida a la nueva música bajo el epígrafe de “Fundación Manús”.
Persuadidos de la necesidad que la música contemporánea tiene de nuevas ideas, sobre todo en estos días en que es difícil ya creerse y aguantar muchas músicas adscritas al caduco vanguardismo, se embarcan, a pesar del riesgo que conlleva, en la empresa “Fundación Manús”, con objeto de conjuntar sus trabajos de creación e interpretación musical en una unidad e ideario cuyos objetivos luchan en una dualidad sublime: el marasmo y el arrojo, el arrobo y la algazara, pudiendo llegar a comportarse bien como peladillas de arroyo, o bien como almas que por su cuerpo pasean.

Música contemporánea ¡GLUBS!

Donde se cuentan los avatares pasados por la música una vez abandonada la tonalidad, de su paso por la atonalidad, el dodecafonismo, el dadá, el brutismo, la electrónica, el rock, el jazz, la fusión, el mínimal, los exotismos, la gráfica, los orígenes, los neos, la didáctica, etc.  y de su culminación con el estreno mundial de un pequeño fragmento de la obra “Goznes lucífobos”, compuesta e interpretada por los componentes de ”Fundación Manús”.

https://www.rtve.es/play/audios/dialogos-3/dialogos-3-musica-entretenimiento-primera-parte/1119541/

 

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