El silencio de las sirenas. Cantata marina para un tanque (grupo instrumental, coro y solistas) (1998)
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Así nació El silencio de las Sirenas (Cantata para un tanque), como una composición musical que partía de los principios espaciales y arquitectónicos de dicho Tanque, una composición irrepetible que pretendía alargar la vida de este fugaz espacio arquitectónico en la memoria de quienes la disfruten. Su objetivo estuvo puesto en sacar rendimiento a sus características sonoras y ofrecer relaciones y proporciones acordes con el espacio arquitectónico en el que se inspiraba.
La idea y el título de la obra provienen de una breve narración de Franz Kafka recogida en las recopilaciones de sus cuentos. En ella, Kafka nos coloca en el paradójico caso siguiente: Ulises no escuchaba la voz de las seductoras sirenas por la sencilla razón de que no cantaban; él creía que sí lo hacían, ellas pensaban que el no oía: de este modo fue el único que pudo salvarse del silencio de las sirenas. La vocación marinera de la isla, a la que se sumaba la celebración del «Año Internacional de los Océanos, 1998»,fueron asimismo cimientos sobre los que se anclaron las raíces del espectáculo.