Programa radiofónico nº 19 de “Sonido y Oído”, realizado por Fernando Palacios para Radio Clásica de RNE en el año 1991/92.
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Si en el Caribe hubieran destruido los bidones de petróleo, ahora no existirían ‘steel drums’. Sigamos este ejemplo y probemos a sacar sonidos de tablas de lavar, maderos, cuencos de porcelana, cacharros, tuberías… En este programa se muestran algunas posibilidades muy accesibles.
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♫ En la primera de nuestras emisiones, hace unos 4 meses, nos preguntábamos qué era o qué no era la música. ¿Os acordáis? Entre muchos ejemplos llegamos a oír algunos muy curiosos de obras compuestas para extraños instrumentos musicales que en principio no lo eran, es decir, objetos de la vida cotidiana que fueron o que pueden ser utilizados como instrumentos musicales. Ahí tenéis los ejemplos de las sillas plegables ♫, de los papeles y cartones ♫, o de las bisagras de las puertas ♫
En otro programa anterior de hace unos tres meses, que se llamaba ‘Queramos o no queramos, siempre sonamos’, hacíamos un recorrido por sonidos del cuerpo y su aplicación musical. Pudimos oír percusión corporal ♫, la voz, naturalmente ♫, las palmas ♫ o el silbido ♫
Pero hay otras muchas músicas que se pueden hacer con casi nada, con lo primero que pillamos. El asunto es dar con el objeto adecuado y sacarle el mejor sonido que tenga; con ello hacemos música para él, para ese objeto. Por ejemplo, la Orquesta de las Nubes utilizaba en sus conciertos un gran despliegue de macetas colgadas, que los músicos de la orquesta cogieron de sus casas. Sí, de tiestos de barro, ordenados por alturas, formaron un precioso y gran instrumento de percusión afinado ♫
Ya lo oís. Hoy vamos a escuchar y a practicar MÚSICA CON CUALQUIER COSA.
Para tocar un preludio de Chopin, necesitamos, para empezar, un piano (que es un instrumento muy complicado). Con una calabaza no podemos tocar un Preludio de Chopin, pero podemos hacer otras cosas ♫ El pueblo Dakpa de Centroáfrica, golpea las calabazas así para que huyan las termitas ♫
Cogemos dos tablones de carpintería, los colocamos horizontalmente sobre dos apoyos, los golpeamos son dos palos y ya tenemos una Txalaparta, un instrumento de percusión que tocan los vascos ♫
Las piedras también se pueden golpear, y con ellas hacer música estupenda ♫
Cualquier miembro del pueblo Fulani, en Níger, coge una caña fina o un palito recto y apoyándolo en la boca lo convierte en una guimbarda. Con estos palitos, tocan estas músicas ♫
En España se unen unos cuantos huesos de distintos animales y forman el arrabel ♫
De todo esto ya podemos sacar una conclusión. Hay muchísimos materiales y objetos que podemos aprovechar para hacer música; incluso cacharros que vamos a tirar, si lo pensamos mejor, nos pueden servir como instrumento ♫
En unas islas del Caribe, las llamadas Trinidad y Tobago, en vez de tirar los bidones de petróleo que tanto abundan por allí, los han convertido en instrumentos y han formado grandes orquestas de bidones como esta: ♫ Hoy día es el instrumento más típico de aquellas islas, y hasta tocan música clásica como ésta: ♫
La antigua tabla de lavar se ha utilizado siempre como instrumento de percusión. Si le añadimos una botella de anís, que también es rugosa, y unas cajitas de madera, ya tenemos casi una batería. Eso sí, para rascar hay que ponerse dedales ♫
Los vasos y copas de cristal también han formado desde hace dos siglos instrumentos preciosos. Se pueden afinar si les ponemos más o menos agua, y suenan cuando rozamos con los dedos humedecidos el borde ♫. Cuando se afinan y ordenan bien, forman una armónica de cristal ♫
En la India hay instrumento formado por cuencos de porcelana tocados con baquetas de madera. Se llama jalatarangam. Y una vasija cerámica que se golpea a manotazos, se llama ghatam ♫
Y ya sabéis, en África convierten todo en instrumento. Allí hasta cuando machacan los cereales hacen música ♫
También hacen música los niños de Camerún cuando golpean el agua con las manos. Transforman un río en un tambor ♫.
Entre los muchísimos juguetes que hay, unos cuantos se pueden utilizar para hacer músicas bien diferentes. Aquí tenéis tres ejemplos: ♫ Los pianitos de juguete en música contemporánea ♫. O las trompetillas de plástico en música de baile ♫. También hay orquestas hechas con instrumentos de juguete ♫
Y la cocina, ¿qué me decís de la cocina? Es un pozo sin fondo. Hay montones de instrumentos que suenan de maravilla, como las botellas y sartenes ♫. Sobre los cubiertos hay distintas opiniones:
- Con una cucharilla y un tenedor… sí se puede hacer música.
- Pues no, con una cucharilla y un tenedor, no se puede hacer música.
- ¡Yo sí que puedo hacer música con una cucharilla y un tenedor!
- Yo… cuando… ¿cuándo sale?
♫ Aquí tenéis esta canción que se acompaña con instrumentos de la cocina, y que cantan y tocan unos niños americanos de seis años ♫. Y aquí una obra compuesta para todo lo que hay en la cocina; se llama ‘Menaje’ y es de Carlos Cruz de Castro ♫ Continuamos en la cocina: podemos soplar las botellas ♫. Convertir un corta-huevos en un arpa ♫ O tocar los tradicionales almireces ♫ Ya os digo, la cocina es un prodigio musical si sabe utilizar. Pero sigamos.
Con tubos, reclamos, tentetiesos y otros aparatejos podemos formar un singular grupo ♫ Si nos pasamos por la ferretería y compramos clavos y puntas de distintos tamaños, ya está formado un perfecto metalófono ♫. Sigamos buscando. Con gomas de neumáticos de coche hacemos tambores ♫. Con tuberías, singulares instrumentos de viento ♫. Con papeles enrollados formando tubos y golpeados con la mano, instrumentos de distintas alturas ♫. Con pajitas para beber refrescos hacemos oboes ♫.
Ya veis la cantidad de instrumentos que tenemos, sólo aprovechando los materiales más comunes. Un paseo por el campo puede ser también muy interesante para fabricar instrumentos. Los xilófonos se pueden fabricar con palos ♫, con mosaicos rotos ♫ y con otros muchos materiales. Al final se puede formar una gran orquesta con piedras, palitos, troncos, ramas, latas. Esta que suena es de unos chavales de Madrid en un paseo que dimos por la Casa de Campo ♫. ¡Ah! me dejaba las hojas; son instrumentos de viento de gran virtuosismo ♫. Tampoco debemos olvidar, que con una caña, una navaja, un poco de habilidad y algo de conocimiento, podemos hacer una flauta, una flauta de paseo. Unos agujeros en la caña y a soplar ♫. Si soplamos sobre los capuchones de los bolígrafos y rotuladores, obtenemos una flauta de pan. Bueno, en este caso, una flauta de plástico ♫. Si echamos unos garbanzos en un pandero, obtenemos una música que nos recuerda al mar ♫.
Con máquinas de escribir, Nico Daza hizo una obra llamada “Poema mecánico” ♫.
Los tubos de cartón son un filón para esto de la música. A un tubo de planos le atamos una cuerda bien tensa y ya está hecho un instrumento muy divertido. Oigamos esta pieza tocada por tres de estos aparatos ♫. Los tubos a su vez transforman la voz y resuenan cuando les echamos cosas dentro. Esta música fue pensada para un instrumento fabricado a base de tubos de cartón ♫.
Y podríamos seguir así horas y horas y cada vez nos iríamos dando cuenta de que se puede hacer música con cualquier cosa. Que la música no acaba con los instrumentos especializados. Que la música es, además, otras muchas cosas. Lo importante es despertar la curiosidad por hacer esas otras muchas cosas con el sonido ♫. Con las simples piedras se pueden hacer maravillas, como ésta de Pepe Iges ♫.
Seguro que sin ninguna dificultad encontraréis serruchos, arandelas, cajas tubos y podéis montar una orquesta casera que dé gusto oírla ♫.
Nuestro próximo programa irá, muy deprisa y muy despacio a la vez, pues llevará el título de TORTUGAS Y GALGOS ♫.
Yo me disfrazaré de tortuga y de galgo irá, Carlos Arévalo ♫.
Hasta entonces, adiós y adiós.
© Fernando Palacios