Fernando Palacios, el arte de escuchar

03 – Sonido y Oído – Breve historia acelerada

Programa radiofónico  nº 3 de “Sonido y Oído”, realizado por Fernando Palacios para Radio Clásica de RNE en el año 1991/92.

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Se afronta nuestro pasado musical desde un imaginario túnel del tiempo, donde vamos retrocediendo hasta llegar a la más remota antigüedad. No es un programa de erudición histórica, sino un entretenido viaje por el tiempo y su música.

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“¡Vamos señores, suban a la máquina! ¡Vengan, vengan, no se queden atrás! ¡Vamos, vamos, acomódense! ¡Sí, sí, sí, lo del túnel del tiempo, sí, es aquí, sí! Venga, señores, tercera fila, señores, sí, sí, sí. Ahí tiene un sitio. No, no, pipas no se pueden comer, ¿no ves que hace ruido, chaval? Venga, pasad por aquí. Venga, dense prisa que salimos ya. ¿Están todos acomodados? ¿Si? ¡Pónganse los cinturones de seguridad y suban el volumen de sus receptores, venga, que vamos a salir ya, ahora mismo!”

“♫ Señoras, señores, jóvenes, niños, bienvenidos todos a este túnel del tiempo musical. Les voy a dar unas breves indicaciones para que puedan disfrutar plenamente de este singular viaje. La duración será de 30 minutos así que no se alarmen, será corto. En este viaje retornaremos en el tiempo hasta el hombre primitivo, de una forma acelerada, o sea, iremos cada vez más deprisa. Nuestro objetivo es observar algunas músicas a lo largo de este curioso recorrido en el tiempo que les repito será tipo cangrejo, es decir, hacia atrás. Haremos las paradas que sean necesarias.”

“Les pido anticipadamente excusas por los muchos errores e imprecisiones que sin duda cometeré en mis comentarios, pero, ya ven ustedes, esta es la primera vez que se hace un viaje así y en fin, si a eso añadimos que la observación de la historia en forma resumida siempre presenta problemas. Bueno, que salga lo que Dios quiera. ¿Preparados, listos?: una breve historia acelerada y al revés comienza ♫.”

Las músicas que habitualmente suenan por las emisoras de radio y televisión, es decir, las Pop, Rock, New Age, Folk etc, en fin, mil etiquetas, tienen sus clásicos. Uno de ellos es este: los Beatles ♫. Otro, las músicas repetitivas, esas que son casi siempre igual ♫. Otro, el Blues, los africanos en América ♫. Pero los compositores de hoy, que hacen esas músicas extrañas que suenan en pocas emisoras, como por ejemplo esta en Radio 2 Clásica, también tienen sus clásicos más recientes, como éstos de esta segunda mitad del siglo XX: Stockhausen ♫, John Cage y su piano preparado ♫ o Pierre Schaeffer y Pierre Henry y la música electroacústica del año 52 ♫. Un poco más atrás tenemos a otros dos clásicos recientes. Un gran sinfonista, Schostakovich ♫ y un inventor, Varèse, que en este mismo año, 1931, por el que estamos pasando, hace la primera obra sólo para percusión.

Nuestro viaje nos lleva ahora algo más atrás, al nacimiento del Jazz ♫. La influencia de esta música es marcadísima en compositores como este, Gershwin ♫. Otros compositores se basan en el folklore para hacer sus músicas, como Falla ♫. O el húngaro Bartók que desata el ritmo con toda su fuerza ♫.

Ya estamos a comienzo de nuestro siglo, época de cambios fundamentales. Stravinsky parte con la pana con su complejo primitivismo ♫. Schönberg pone la música del revés y nadie puede tararear sus melodías ♫. Otros sin embargo se mantienen al margen de los cambios, siempre los ingleses ♫.

Estamos atravesando el siglo, ya estamos en el XIX ♫. Aquí tenemos a Debussy con su música suspendida, casi más para oler que para oír ♫. Y este señor tan raro es Satie, que hace músicas muy sencillas, pero preciosas ♫.

En este siglo XIX es cuando se crean las grandes orquestas. Aquí observamos a cuatro gigantes de la orquesta: Richard Strauss ♫, Mahler ♫, Bruckner ♫ y Chaikovsky ♫. Es también el siglo dorado de la ópera, es decir, de la música y el teatro. Puccini arrebata con sus protagonistas femeninos, que siempre se mueren al final ♫; Bizet es capaz de hacer una genialidad, “Carmen” ♫. Y otros muchísimos que siguieron la senda iniciada por estos dos monstruos de la ópera: Verdi ♫ y Wagner ♫. En España tenemos a nuestra zarzuelilla, que es menos dramática, pero muy salerosa, por ejemplo, esto de Barbieri ♫.

Pero no todo son grandes despliegues; también se practica en este siglo la música entre pocos, es decir, la música de cámara. El maestro en esta materia, ahí lo tenemos, con una barba de un metro y algo gordito, Johannes Brahms ♫. También aparece una música de entretenimiento, más ligera y con menos problemas. La de los Valses y Polkas de la familia Strauss ♫.

Nuestro túnel del tiempo nos lleva ahora a la primera mitad de este interesantísimo siglo XIX, a la cuna del Romanticismo. El piano es el instrumento fundamental. Fijaos cómo toca este hippie elegante, Liszt ♫. Este otro delicado y paliducho chaval es el más inspirado, Chopin ♫. Las orquestas gigantescas que hemos oído hace un rato llegaron a ser así gracias a los descubrimientos y atrevimientos de, por ejemplo, Héctor Berlioz ♫ y al colorido de las orquestaciones de Félix Mendelssohn ♫. Algunas de las esencias del Romanticismo están dentro de canciones. Estos dos jóvenes que vemos son unos superdotados en componer este tipo de cosas: canciones. Un intelectual apasionado como Schumann ♫ y un genio de la melodía; le salen las canciones como churros, Franz Schubert ♫.

Estamos a punto, en nuestro viaje en el tiempo de atravesar otra vez la línea divisoria de dos siglos. Nos encontramos en la frontera con el XVIII ♫. Y entre estos dos siglos, señoras y señores, el compositor número uno, Beethoven ♫.

Vamos a detener un momentito la máquina aquí. Si habéis observado con atención la música ha cambiado mucho en estos dos siglos que llevamos recorridos en sólo 20 minutos. Eso es porque sólo estamos mirando a Europa y Europa no es el mundo; es una pequeña parte. Otros lugares tienen sus músicas que permanecen inalterables por los siglos de los siglos. La India ♫, África ♫, Japón ♫.

Sigamos, ya estamos en el siglo XVIII. Hace 200 años que se murió el compositor que ahora está de moda, bueno, que está de moda en 1991, Mozart, ahí lo tenéis ♫. De esta misma época que llamamos Clasicismo es el padre de la sinfonía y el cuarteto, como quien dice, el que inventó todas estas cosas, Haydn ♫. Gluck acaba de darle más humanidad a la ópera ♫.

Así llegamos en nuestro mágico viaje en el tiempo al final del Barroco, que ocupa toda la primera mitad del siglo XVIII. Mirad, mirad, Juan Sebastian Bach, casi nadie al aparato ♫. Scarlatti, el virtuoso del clave ♫, Händel, el que domina todos los estilos de esta época ♫. Pergolesi, el más delicado ♫; Vivaldi, el más saleroso ♫. Volvemos a atravesar otra vez la frontera de un siglo, del XVIII al XVII, el pleno Barroco. En él un elegante inglés, Purcell ♫.

Seguimos a toda velocidad y entre los siglos XVII y XVI el emperador de la música, Monteverdi ♫. El siglo XVI, ahí lo tenemos, el siglo del Renacimiento musical. El siglo de las preciosas canciones para cantar entre varios, como esta de Orlando di Lasso ♫. El siglo de los hermosos órganos españoles y organistas como Cabezón ♫. El siglo de la polifonía, de la música religiosa para voces. Tenemos en España uno de los mejores, Victoria ♫.

Señoras y señores, estamos llegando al final de nuestro viaje. La velocidad en el tiempo es ya enorme. Del Renacimiento y siempre hacia atrás hemos llegado a la Edad Media, con los trovadores ♫, con la música de los monasterios ♫ y con las músicas de batalla ♫; y más deprisa todavía a la Edad Media y a la Prehistoria. Ya no hay instrumentos ni nada, sólo el diálogo con la naturaleza, eso que tanto echamos en falta ahora.

El ciclo se ha cerrado, el viaje ha terminado, bueno, hay que volver al presente. Cada uno que lo haga por sus propios medios, siguiendo la historia en sentido normal o hacia atrás como lo hemos hecho en este viaje o el que quiera que se quede. La próxima semana un repaso a los instrumentos de viento en “SOPLOS Y ALIENTOS”. Siempre con el soplo musical de Carlos Arévalo.

Hasta entonces, adiós y adiós.

© Fernando Palacios

 

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